Escoger al definitivo o definitiva

La victoria de las propuestas de MORENA a los diferentes encargos de elección popular, está basada en la capacidad que el candidato (por decirlo de esta forma) tenga para levantar de nueva cuenta al movimiento. Esto quiere decir, que el carisma pero sobre todo los valores y principios apegados al movimiento de la cuarta transformación jugarán un papel importantísimo en el proceso electivo para definir candidatos, pues MORENA no solo debe buscar al candidato que gane la encuesta sino, a aquel que genere entre sus vecinos, compañeros de partido y en la ciudadanía en general las simpatías suficientes por ser una persona de palabra, honesta, apegada a los principios y de compromiso.  

El juego esta marcado con una posición totalmente distinta a la vieja usanza de la tradicional política, en donde prevalecía el favor político la pantomima y el acuerdo, hoy el principal elemento que garantizaría el triunfo del candidato de MORENA en la presidencia y la Ciudad de México se llama legitimidad. 

Para ello, es importante remontarse al origen de las luchas democráticas de la izquierda, entender la constitución de nuestro partido movimiento y comprender los tiempos y procesos históricos que se vivirán posterior al gobierno de Andrés Manuel. A mi consideración existen 4 elementos esenciales que solo algunas propuestas del partido han podido aglutinar. 

Legitimidad, movimiento, carisma e ideología y principios de la 4ta transformación, habrá muchos que buscaran imitar o hacerse pasar como grandes dirigentes del movimiento, pero bien dice nuestro Presidente, el pueblo no es tonto.

A continuación, describiré los cuatro puntos que considero básicos, para que ahí alegremente insertemos y evaluemos a cada una de las propuestas que pensemos o consideremos desde la presidencia de la república hasta las municipalidades y concejalías, tomando en cuenta que su participación no es unipersonal sino que detrás de cada uno de los abanderados hay grupos específicos de apoyo,  que bajo el popular refrán de: “Dime con quien andas y te diré quién eres” se puede comprender el arribismo de ciertos personajes y hasta donde, tienen participación directa. 

Legitimidad

La legitimidad hace referencia a una investidura o poder público basado en el orden jurídico y que tiene la fortaleza para determinar diversas situaciones, con base en la legalidad. Sin embargo, en lo político, ser legítimo significa estar dotado del reconocimiento popular o social para ser reconocida o reconocido como una autoridad que con base en sus características sociales, políticas, ideológicas tiene el respaldo popular para ejercer autoridad. La legitimidad representa el consenso de las mayorías. Un ejemplo de ello, fue el gobierno legítimo de Andrés Manuel, donde envestir como presidente legítimo a AMLO, permitió la consolidación de una estructura que mantuvo el movimiento popular en defensa de la lucha democrática. 

Quien dota de reconocimiento a la propuesta, aunque sea en lo más local es el mismo pueblo el reconocimiento social general de una persona por lo que es y representa, esto es el poder legítimo. La candidata o candidato que no goza del reconocimiento popular en la esfera pública que se maneja, o que su reconocimiento es negativo al interés supremo del colectivo esta carente de legitimidad, sin embargo, entre mayores son las aspiraciones más grupos temáticos identificarán o no si hay legitimidad en la propuesta a ocupar el encargo público. 

Movimiento

El movimiento es el factor determinante de la construcción de una propuesta legitima que tenga mediante el respaldo popular la fuerza suficiente para aglutinar a un grupo de personas que de manera voluntariosa trabajan en torno a posicionar al candidato, sin mayor promesa que no sea el bienestar colectivo, pocos dirigentes sociales logran esta osadía, pues normalmente los grupos cercanos a quienes tienen aspiraciones legítimas están cargados de personajes que están percibiendo recursos a cambio de su actividad política y su respaldo, sin embargo el apoyo más importante se traducirá en el apoyo de los creyentes, de quienes por convicción y por compromiso lucharan para que el candidato llegue a ocupar el encargo, el personaje político que aspira y que cuenta con legitimidad, probablemente pueda encabezar un movimiento popular que respalde su propuesta.

Carisma 

Un líder carismático es en el que la gente se siente identificado que encuentra similitudes en su pensar, actuar o desenvolverse y que de alguna forma reconoce la el nivel de vida de los demás, el carisma no solo corresponde a si es simpático o no el candidato. Sino hace referencia sobre todo a la empatía que genera en su mensaje y en sus acciones, el carisma es natural de ciertos personajes, pero que si tiende a deteriorarse sino va de la mano de los ideales y principios.

Ideología y principios de la 4ta transformación

El punto principal es mantener el equilibrio de ideales y principios, no virar ni un ápice a la derecha, tener en cuenta que el pueblo es el que manda, que la construcción del movimiento social permitirá profundizar las transformaciones; mantener el contacto directo con la gente, atender las grandes necesidades y mantener con rectitud en lo que creemos permitirá que el candidato o candidata sea congruente con su pensar y su actuar, pero sobre todo que no pierda la confianza de quienes aportarán a su campaña el esfuerzo y dedicación para apuntalar la propuesta.  

Si a cualquiera de nuestras propuestas para los procesos electivos la pusiéramos frente a estos 4 grandes elementos para definir al mejor, ¿ya sabes quién sería la propuesta ideal?

Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.

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