DONDE HAY GUERRA, HAY QUIEN SE BENEFICIA

Bajo las consignas de “Palestina Libre” o “Detengan el genocidio”, centenares de estudiantes en Estados Unidos, Canadá, Alemania, Australia, Reino Unido, España, Francia e incluso México han tomado los campus educativos en protesta de las violentas ofensivas militares israelíes en la franja de Gaza. Algunas de las protestas están ocurriendo en prestigiosas universidades de elite Estados Unidos que son el mejor reflejo de la tensión generada por este conflicto en aquella nación y los estudiantes llaman a boicotear a aquellos que se benefician de ella.

A principios de mayo, el Departamento de Policía de Nueva York (NYPD, por sus siglas en inglés) llevó a cabo un operativo y usando equipos antidisturbios, para desalojar con violencia el Hamilton Hall, un edificio de la Universidad de Columbia que había sido ocupado el día anterior por estudiantes. Como resultado, la policía subió a 50 detenidos a un autobús, cada uno de ellos con las manos atadas a la espalda con bridas. En respuesta, 54 profesores de la Escuela de Derecho de Columbia enviaron una carta a los directivos condenando la decisión de suspender a los estudiantes que protestaban y autorizar una redada policial en el campus. “La irregularidad procesal de las suspensiones, la falta de transparencia sobre cómo se tomaron las decisiones y la participación del Departamento de Policía de Nueva York amenazan la legitimidad de la universidad internamente y ante los ojos del público. Si bien nosotros como profesores, no estamos de acuerdo sobre las cuestiones políticas, relevantes y no expresamos ninguna opinión sobre los méritos de la protesta, escribimos para instar a que se respeten los valores básicos del estado de derecho que deberían regir nuestra universidad”, así es como se lee en la carta, cuyos firmantes son miembros permanentes de la Escuela de Derecho.

Más aún, Robert Kraft, propietario del equipo de futbol americano New England Patriots, con una fortuna de 11,100 millones de dólares, emitió un comunicado para informar que dejaría de apoyar económicamente a la Universidad de Colombia debido al “odio virulento” que se está difundiendo en el campus en contra de los estudiantes, en especial estudiantes judíos. “Me entristece profundamente el odio virulento que continúa creciendo en el campus y en todo nuestro país. Ya no confío en que Columbia pueda proteger a sus estudiantes y personal y no me siento cómodo apoyando a la universidad hasta que se tomen medidas correctivas”, agregó el multimillonario.

¿Cuál es la importancia de protestar en los centros de estudios universitarios? En las últimas décadas, los centros universitarios han sido el escenario de protestas y debates políticos, lo que están pidiendo en todo el mundo es un alto al fuego en Gaza, en el que han muerto más de 34,000 personas, incluidos niños y bebes, tras los ataques de Hamas del 7 de octubre del año pasado. Además, piden a las universidades cortar sus vínculos financieros con las empresas y centros educativos israelíes que están lucrando con la guerra. “Lo que pedimos es que la universidad deje de invertir fondos en aquellos que lucran con el genocidio de Gaza. Y nonos vamos a marchar hasta que lo consigamos” dijo un alumno de la Universidad de California a BBC Mundo, que prefirió no dar su nombre.

En una entrevista a Kurt Hackbarth, periodista y escritor estadounidense naturalizado mexicano, para el medio SinEmbargoAlAire, menciona cómo las universidades son grandes negocios en los Estados Unidos, ya que dependen de donaciones para el financiamiento de aspectos clave de su funcionamiento como las investigaciones y las becas. En este caso, las universidades aportan investigaciones científicas al Departamento de Defensa y a las agencias de inteligencia (CIA, FBI, NSA, DEA y el Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos), de modo que los centros universitarios son piezas fundamentales para el desarrollo tecnológico de la maquinaria militar estadounidense. Además, Hackbarth agregó que las violentas represiones ocurridas en Nueva York fueron dirigidas por Rebecca Weiner, quien funge como profesora en Columbia y comisionada adjunta de la Oficina de Inteligencia y Contraterrorismo del Departamento de Policía de Nueva York, con oficinas en Tel Aviv, donde coordina en conjunto con el aparato de seguridad israelí el espionaje a alumnos que participan en manifestaciones en favor de Palestina.

Han sido mucho los analistas y medios de comunicación que comparan las actuales protestas estudiantiles con las acciones similares contra la Guerra de Vietnam (1955-1975). Hay que recordar Vietnam fue uno de los más sangrientos conflictos de la historia reciente, ante las graves atrocidades por el pueblo vietnamita, la opinión estadounidense comenzó a horrorizarse con imágenes brutales transmitidos en televisión y desmontaron la narrativa de una lucha por la democracia. Para 1968, un año recordado por el mayo francés, la matanza en la plaza de Tlatelolco, los asesinatos de Robert Kennedy y Martin Luther King y la elección de Richard Nixon, la guerra entró a su punto más crítico por las ofensivas de las fuerzas norvietnamitas y las guerrillas del Vietcong, bajo el nombre de “Ofensiva del Tet” atacaron las posiciones de EEUU y sus aliados, penetrando hasta Saigón, la entonces capital del sur de Vietnam. Las imágenes de este conflicto motivo a los estudiantes a protagonizar protestas masivas en sus escuelas como muestra de la oposición a la guerra, el cual produjeron violentos enfrentamientos con la policía al grado que cuatro jóvenes murieron por disparos de la Guardia Nacional en el estado de Ohio.

“Las imágenes que todos hemos visto de Gaza durante los últimos meses son de una respuesta israelí increíblemente desproporcionada. Lo que hizo Hamás fue espantoso, asqueroso y horripilante. Pero es inaudito que Israel haya tomado este horrendo y terrorista incidente y lo haya convertido en una razón para generar el mayor odio contra Israel que yo haya visto en mi vida por la manera en que respondieron”, así opina el periodista y autor Charles Kaiser para el The New York Times.

Ambos casos tienen sus similitudes, como el trato a los estudiantes como “terroristas” o “violentos” por parte de las autoridades policiacas, el papel de los medios de comunicación que permiten el acceso a brutales imágenes por televisión o por redes sociales y sobre todo los años electorales, así como las protestas en contra de la guerra en Vietnam ocurrieron durante las elecciones de 1968, las actuales protestas ocurren en medio de las actuales elecciones en las que se disputaran Joe Biden y Donald Trump por la Oficina Oval. Si bien no pueden influir en modificar la posición de Washington, contribuirá a abrir las puertas a los republicanos, lo que significaría un duro golpe para Biden y los demócratas. Mientras más tiempo se prolongue esta violencia en Gaza y las represiones, más crecerá la ola de descontento entre los jóvenes estudiantes de todo el mundo por este violento conflicto.

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