Subsidio a energéticos y fertilizantes nacionales: Estrategia de AMLO para la autosuficiencia alimentaria

Opinión de Mariuma Munira

El mundo entero enfrenta una nueva amenaza provocada por la escasez de alimentos, lo que pudiera convertirse también en una crisis sanitaria mundial, con un impacto altamente negativo en la seguridad alimentaria de los países con baja capacidad de producción.

Ante el nuevo desafío que empiezan a enfrentar todas las naciones del orbe, incluyendo México, hay que sumarle las amenazas del rebrote de la pandemia de Covid-19, el cambio climático, los problemas inflacionarios causados por la guerra de Rusia contra Ucrania y el desabasto de insumos desde Asia, provocados por este conflicto; aunado a todo ello, a nuestro país también lo sacude una sequía en gran parte del territorio nacional.

Frente a este inminente reto mundial, el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, en su mensaje dado en la Conferencia Ministerial celebrada en Alemania el pasado 24 de junio: “Respuesta a los Múltiples Desafíos a la Seguridad Alimentaria Mundial”, donde se aborda el tema de la crisis global sobre alimentos, energía y finanzas, señaló: “Nos enfrentamos a una crisis mundial de hambre sin precedentes”, refiriendo en su mensaje que de acuerdo al Programa Mundial de Alimentos, en los últimos dos años, el número de personas con inseguridad alimentaria severa en todo el mundo se ha más que duplicado a 276 millones, enfatizando que: “Existe un riesgo real de que se declaren hambrunas múltiples en 2022, señalando que 2023 podría ser aún peor”.

António Guterres señaló también en su discurso que los principales costes para los agricultores son los fertilizantes y la energía. Los precios de los fertilizantes han aumentado en más de la mitad en el último año y los precios de la energía en más de dos tercios. Con estos impactos globales, el director ejecutivo del Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria, Peter Sands, dijo que la escasez de alimentos podría matar a millones de personas tanto directa como indirectamente, señalando: “La escasez de alimentos funciona de dos maneras. Una es la tragedia de que la gente muera de hambre. Pero en segundo lugar se da el hecho de que a menudo, un número mucho mayor de personas están mal alimentadas, y eso las hace más vulnerables a las enfermedades existentes”.

En América Latina y el Caribe, de acuerdo al Panorama Regional de Seguridad Alimentaria y Nutricional 2021, presentado por la ONU, en tan sólo un año, 2019 y 2020, el número de personas que viven con hambre aumentó en 13.8 millones, alcanzando un total de 59.7 millones de personas; su punto más alto desde el 2000. La inseguridad alimentaria afecta a 267 millones de personas. Ante estos datos, el representante regional de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO), Julio Berdegué, dijo: “Debemos decirlo fuerte y claro: América Latina y el Caribe enfrentan una situación crítica en términos de su seguridad alimentaria. Ha habido un aumento de casi el 70 por ciento en el hambre entre 2014 y 2020”; por lo que considera que los países importadores de alimentos pagarán más, pero recibirán menos este 2022, debido a la guerra en Ucrania.

Para enfrentar esta amenaza latente en nuestro continente, el jefe de la diplomacia estadounidense para América Latina, Brian Nichols, informó que Estados Unidos, Brasil, Argentina, México y Canadá adoptaron la Declaración conjunta de exportadores agrícolas, que incluye un aumento de la producción de alimentos y fertilizantes, afirmó en un tuit: “Juntos aumentaremos la producción de alimentos para la exportación, la producción y transporte de fertilizantes y la eficiencia agrícola”. De acuerdo con un comunicado emitido por la Casa Blanca, los cinco países afirman que como grandes exportadores agrícolas pueden “fortalecer la seguridad alimentaria mundial”, esta información y declaración se adoptó durante la Cumbre de las Américas que tuvo lugar en Los Ángeles, California.

En nuestro país, con este nuevo desafío mundial, el presidente Andrés Manuel López Obrador confirmó que actualmente no existe desabasto o crisis de alimentos y se trabaja en el diseño de una estrategia para reducir sus precios, involucrando a varios productores y distribuidores para no aumentar el precio de 24 productos de la canasta básica, señalando que con este plan se le hará frente a las altas tasas de inflación que castigan la economía mundial; dijo: “Como ya saben, se quitaron los aranceles para poder importar alimentos de todo el mundo y estamos llevando a cabo otra política también orientada a reducir los precios de los alimentos”, declaró el presidente.

De igual manera, López Obrador señala que el propósito de este plan del gobierno es incrementar la producción de fertilizantes para producir más alimentos, para lo cual reparará las plantas nacionales del producto, y visitará las siguientes ciudades productoras: Cosoleacaque, Coatzacoalcos y Lázaro Cárdenas, indicando que con esta medida se beneficiará a más de 800 mil productores; ante este desafío mundial y nacional, nuestro Presidente señaló que el precio de los combustibles y la luz se mantendrá sin incrementos, destacando que México tiene menos inflación que los Estados Unidos y que Europa.

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