LA SOBERBIA DE SAMUEL

Opinión de Alejandro Pulido Gómez

La situación política y social en Nuevo León es alarmante. Como nunca antes, la mezcla de problemas urgentísimos por resolver, ha provocado que la sociedad civil se manifieste públicamente en marchas recurrentes, protestando contra el gobernador Samuel Alejandro García Sepúlveda. Con tan sólo 7 meses en la dirigencia del estado, el GOBERNATORE se ha visto rebasado por la escasez de agua, la añeja contaminación y el terrible incremento en casos de desapariciones de mujeres y feminicidios.

El manejo de la imagen política de Samuel siempre ha estado apalancada por el controversial uso de sus redes sociales. Sus tres campañas buscando cargos de elección popular han sido incendiarias pero son aún más erráticas y polémicas sus acciones una vez obtenidos los puestos. Siempre declarando con bravuconería desde la comodidad millennial de su celular.

Su campaña en el 2021 con miras a la gubernatura no estuvo exenta de ataques y provocaciones hacia sus adversarios de la región. Pero además, vendió a su electorado con esa altivez norteña que lo caracteriza la salida de Nuevo León del Pacto Fiscal y con ello, revirarle la cara con berrinche al federalismo que rige la armonía de nuestra Patria. Basó su plataforma electorera en vociferar continuamente que su estado aportaba más dinero a la Federación que lo que ésta devolvía de prerrogativas en beneficios a los neoleoneses. Utilizó de forma maliciosa “el orgullo de ser del Norte”, el cual nada tiene que ver con la soberbia pues es arrojado pero noble y empático, para conquistar el voto de quienes se sentían desatendidos por la tesorería nacional. Y por supuesto, el principal blanco de esos exabruptos politiqueros fue en todo momento el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Los mensajes más recurrentes de @samuel_garcias en Twitter manifestaban que: “AMLO NO ACEPTA CRÍTICAS // PARA ÉL TODOS ESTÁN EN SU CONTRA” además del clásico: “AMLO SIGUE CAUSANDO POLÉMICA CON SUS INICIATIVAS”. Pero sin duda, mi tuit favorito fue: “LA 4T Y LA REALIDAD DE LA FALTA DE RESULTADOS. SIN AVANCES EN EL PAÍS EN ECONOMÍA Y SEGURIDAD, VEREMOS A UN PRESIDENTE QUE SE DESPLOMA EN LAS ENCUESTAS”. Con estos tres ejemplos, de muchos que siguen en su cuenta, Samuel García preparaba su garganta, apuntaba hacia arriba y escupía al cielo.

La realidad es que Sammy se topó con pared y en muy poco tiempo reveló la verdad de lo que muchos temíamos, su inmadurez no es únicamente intelectual, emocional y cognitiva, también es inmaduro políticamente y tiene a su cargo uno de los estados más influyentes en México. Conforme los problemas escalaban tuvo que suavizar sus declaraciones en redes sociales y acatar a regañadientes los consejos de su maestro titiritero: Dante Delgado Rannauro amo y señor de Movimiento Ciudadano y de varios muppets que conforman su partido.

Dante le recordó a Samuel que para avanzar hay que maniobrar. No le aconsejó desde la bondad de su corazón sino porque no quiere echar por la borda su segundo proyecto naranja en un estado. El gobernador de Nuevo León levantó las manos del teclado touch de su dispositivo móvil y solicitó que el presidente de todos los mexicanos lo recibiera en Palacio Nacional. Sammy se dispuso, aún sin entenderlo, a recibir cátedra de oficio político de parte de Andrés Manuel López Obrador. Esta ha sido a mi parecer, hasta el momento, la muestra más clara de cómo debe actuar un presidente demócrata, federalista y que sin duda acepta críticas porque aunque algunos están en su contra, continuará trabajando para transformar a México con sus 32 entidades.

El mismo día de la cita con Samuel en Palacio Nacional, el presidente anunció en La Mañanera que se reuniría con el gobernador de Nuevo León y con Enrique Alfaro de Jalisco. No fue coincidencia que ambos mandatarios estatales emanados de Movimiento Ciudadano estuvieran convocados el mismo día. Fue una demostración de madurez y voluntad política por parte de López Obrador.

Muchos podrán decir: “es el trabajo del presidente, recibir a todos los gobernadores y ver por todos los ciudadanos”. Y claro, coincido con esto, es el papel que debe desempeñar el Ejecutivo federal. La diferencia con los anteriores mandatarios y nuestro actual presidente es que este último hace valer el prestigio de su investidura cuando es necesario y no sólo cuando se lo exigen voces irracionales. Cuando conviene a los opositores ciudadanos Andrés Manuel es un dictador pero cuando de hecho muestra su faceta democrática se vuelven ciegos, sordos y mudos.

Una vez concluida su reunión con el presidente el 29 de marzo de 2022 en Palacio Nacional, Samuel García, sonriente y con notable satisfacción expresó: “Bueno, nos fue de lujo, estamos muy contentos, una gran, gran reunión con el presidente Andrés Manuel”. Y agregó “la Federación aportará 2,000 millones de pesos para la Presa Libertad y 3,000 millones para la primera fase del tren suburbano, y enviará elementos de la Guardia Nacional para fortalecer la seguridad”.

Estos apoyos van dirigidos a atacar con precisión la crisis que se le vino a Samuel en su gobierno: dinero para una presa que abastezca agua de mejor manera a la Zona Metropolitana de Monterrey, recursos económicos para construir una opción alternativa de movilidad urbana que impacte favorablemente en combatir la contaminación y por supuesto elementos de seguridad pública federal que apoyen a las fuerzas estatales para proteger a todos en Nuevo León.

Sí, lo sé, es lo que debe hacer un presidente. Pero muchos no actuaron así y para muestra varios botones: Salinas de Gortari y el excesivo uso de su facultad metaconstitucional para quitar gobernadores; la matanza de Acteal de Zedillo; el internacional “comes y te vas” de Fox; la guardería ABC de Felipe Calderón y la corrupción de los gobernantes estatales que con Peña Nieto sepultaban al país. En fin, son otros y mejores los tiempos políticos con Andrés Manuel López Obrador. Y por el bien de Nuevo León, deseo que lo entienda la soberbia de Samuel.

Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.

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