Y llegó el tren…

Recuerdo haber tenido como cuatro años, iba con mi mamá, tía Elenita y mi abuela María rumbo a la Estación de Buenavista, nos dirigíamos a Maravatio, Michoacán y viajaríamos en el tren que iba hasta Guadalajara, yo no tenía idea de cómo iba a ser ese paseo y de alguna forma, mi vida estuvo ligada al ferrocarril desde siempre pues mis padres se conocieron durante un viaje en el tren.

La estación de trenes me pareció gigantesca, me impresionó  mucho y recuerdo bien aquel bullicio, mi mamá compró los boletos y abordamos un pullman. Aunque el viaje no era tan largo íbamos en una cabina confortable y tenía como una litera y sillones de piel, que me parecían enormes y hasta elegantes . Después de dejar el equipaje, fuimos al vagón del tren y parece ser que tuvimos un desayuno. Los recuerdos son difusos pero tuve la oportunidad de viajar en Ferrocarriles de México en mi niñez.

El tren no corría tan rápido como yo pensaba, se iba deteniendo en varios poblados y no estoy segura sí llegamos a Toluca, pero sí había muchas escalas. En algunas estaciones la gente descendía pero subían otros pasajeros, también recuerdo que había muchas mujeres que subían a los vagones a vender de todo: elotes asados, tamales, atole, dulces, cajetas de Celaya, tostadas y tacos de canasta. El tren movía la economía de los pequeñas poblaciones, era la esperanza económica de muchas familias. 

En el Tren también había muchas actividades artísticas y culturales, fueron bastantes actores, actrices, músicos y bailarines que viajaron por muchos estados de la República Mexicana en las Caravanas de los ferrocarrileros, mismos espectáculos que se presentaron también en el Teatro Ferrocarrilero que estaba por Buenavista.

En 1995, el entonces Presidente Ernesto Zedillo Ponce de León decidió privatizar a Ferrocarriles Nacionales de México y fue cuando dejaron de existir los trenes de pasajeros y las vías ferroviarias se usaron exclusivamente para carga, este hecho mató literalmente la dinámica social y económica de las poblaciones que coexistieron gracias al tren, llegó la marginación y enfrentaron la pobreza,  la gente se quedó sin vías de subsistencia y muchas familias tuvieron que abandonar sus lugares de origen y tomaron nuevos rumbos para buscar mejorar su vida.

La política neoliberal siempre actuando en contra del bienestar colectivo y siempre beneficiando a los empresarios echó para atrás la Ley de Expropiación de 1936, cuando el Presidente Lázaro Cárdenas decretó la nacionalización de los Ferrocarriles Nacionales de México.

Las nuevas rutas ferroviarias fueron básicamente para transportar mercancías, si bien en el norte del país existe el Tren “El Chepe” en Chihuahua es otra cosa porque es más una ruta turística de lujo por las Barrancas del Cobre y su precio es bastante elevado para la mayoría de la población y es una ruta privada. El 6 de diciembre de 1996 se concretó la primera concesión del sistema: el Ferrocarril del Noroeste.

Pero en este Sexenio del Bienestar como yo denominó a este maravilloso gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador, los trenes de pasajeros han vuelto a ser una luz de esperanza y una realidad para muchas personas: El Tren Interoceánico (Istmo de Tehuantepec ), el Tren Maya en el Sureste con mil 554 kilómetros que abarcará Tabasco, Campeche, Yucatán, Quintana Roo y Chiapas, el  Tren El Insurgente en el Estado de México y la Ciudad de México y el Tren Suburbano AIFA – Buenavista.

No sé si a ustedes no les conmovieron las imágenes del Presidente López Obrador recorriendo en el primer viaje de supervisión a bordo del Tren de pasajeros, todas las personas a lo largo de las vías saludando al hombre que se ha esforzado mucho por revivir las vías ferroviarias en México. Muchos adultos mayores acudieron y hasta derramaron lágrimas, ¿Qué recuerdos les habrán traído a la memoria el sonido de la locomotora? No lo sabemos pero este sexenio ha logrado cosas increíbles, la obstinación de López Obrador ha dado frutos y sus maravillosos equipos de trabajo, la Secretaria de MARINA y la SEDENA han sido quienes han hecho posible que los durmientes despertaron, por las vías ferroviarias regresaron los trenes de pasajeros y podremos todos viajar cómodamente y a bajo costo por nuestro territorio.

Gracias por tanto mi querido Presidente Andrés Manuel López Obrador, no fue casualidad que después del Grito de Independencia la noche del 15 de Septiembre del 2023, las voces se desbordaron con el “Es un honor estar con Obrador”, me duele pensar que solamente nos queda un año del que ha sido, el mejor sexenio de mis 54 años de vida. “Compañero Andrés Manuel” has rebasado mis expectativas, has llevado a cabo la mayoría de tus promesas de campaña, te reitero mi respeto, reconocimiento y admiración.

Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.

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