Y comienza el Año Nuevo…

“Y en el reloj de antaño,
Como de año en año,
Cinco minutos más 
Para la cuenta atrás,
Hacemos el balance 
De lo bueno y malo,
Cinco minutos más 
Para la cuenta atrás…

En mi juventud esta melodía del fantástico grupo #MECANO era la que escuchábamos durante la Noche Vieja, recuerdo que esa noche estábamos inmersos entre la algarabía y la melancolía ante la despedida del Año Viejo y la expectativa de las sorpresas que nos traería el año venidero.

Había doce uvas en la mesa, doce campanadas marcarían el nuevo año y teníamos en mente doce deseos que pretendíamos que el Nuevo Año nos concedería como si fuese la Lámpara Mágica de Aladdin.

Recuerdo que mi familia a veces tenía miedo de las crisis que vendrían durante la cuesta de Enero; la expectativa del aumento al Salario Mínimo que generalmente era mínimo y no era suficiente para cubrir todos los gastos, también la Canasta Básica aumentaba, los impuestos también se incrementaban y la clase baja y media eran las que sostenían la economía nacional.

Aunque la expectativa por el Año Nuevo en la realidad, no representaba grandes cambios y la cotidianidad y las crisis económicas, aniquilaban las ilusiones, se seguía trabajando mucho, pero nuestro progreso  era lento a pesar del trabajo rudo.

Hoy en día, las cosas han cambiado mucho, tenemos un Gobierno que se esfuerza mucho en el Bienestar del Pueblo y las cosas han tenido muchísimos cambios: no hay aumento a la gasolina, los impuestos no han subido, no estamos pagando la deuda externa como otros años, el Salario Mínimo ha aumentado y nuestra economía es sólida.

La Política de Austeridad ha cosechado triunfos y la distribución de la riqueza es más equitativa, es real que la pobreza extrema no se ha erradicado porque son décadas de rezago, se trabaja más por dignificar la vida de los sectores más vulnerables.

A pesar de los pesares, nuestro país va progresando y el gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador es un ejemplo de liderazgo a nivel mundial y su aprobación es altísima a pesar del bloqueo a la información y a la constante difamación de esa oposición tan mediocre que tenemos que soportar día a día y cuya hipocresía raya en el extremo, ahora resulta que antes sí sabían gobernar pero curiosamente no lo hicieron, de verdad que lo decente sería guardar silencio y aceptar que por primera ves se está trabajando por el bienestar de los ciudadanos.

El 2024 voy a cumplir 55 años de vida y por primera vez me siento orgullosa de mi Presidente porque ahora sí puedo ver y sentir los magníficos resultados, me entristece profundamente el saber que pronto acabará su gestión, sufro con anticipación el saber que nos vamos a despedir de este gran hombre que está trabajando intensamente por todos nosotros, me duele saber qué hay personas que no valoran su esfuerzo pero la ingratitud también es una característica del ser humano, cada quien con su conciencia.

Este 2024 será magnífico pero también me recuerda otra melodía que cantábamos en mi casa para despedir el año y siempre me hacía llorar, era “La canción del Adiós” y en sus estrofas decía:

“Llegado ya el momento 
De la separación,
Juntemos nuestras manos 
Y también el corazón,
Que el tiempo y la distancia 
Nos hagan recordar 
Que pronto aquí de nuevo,
Nos volveremos a encontrar..
No es más que un hasta luego,
No es más que un breve adiós,
Que pronto llegue el día 
En que, nos volvamos a encontrar…”

Así que mis queridos lectores, despidamos el año con alegría y espero que nos volvamos a reunir en el 2024, #FelizAñoznuevo y por favor, mantengamos encendida la luz de la esperanza y hagamos posible la continuidad de la #4T aunque la despedida de nuestro querido Presidente Andrés Manuel nos va a doler mucho, pero seguramente, nos volveremos a encontrar.

Gracias por leer esta columna y quien pueda, ayúdenme a recuperar mi cuenta de Tweeter porque los opositores me la han bloqueado, porque mis palabras les incomodan.

Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.

Salir de la versión móvil