Un marciano llamado Ricardo Salinas Pliego

Los marcianos llegaron ya y llegaron bailando ricacha, ricacha, ricacha… Así lo mencionó nuestro presidente al referirse a Tv Azteca y Javier Alatorre por su campaña contra los libros de texto gratuitos donde los señalan de ser comunistas y reviven un espíritu de la guerra fría que nunca se ha ido del todo. Por eso, en estas líneas pretendo hablar del marciano mayor, Ricardo Salinas Pliego, y de todo lo que representa que nos va a ayudar a comprender su actuar.

El origen

Nacido en cuna de oro Ricardo Salinas Pliego incursionó en distintos negocios y aprovechó la oleada privatizadora neoliberal de los noventa para convertirse en uno de los hombres más ricos del país con una fortuna que oscila en más de 11 mil 200 millones de dólares. Pero ¿cómo consiguió ser tan rico?

El mismo Ricardo se presenta como un caso de éxito de la meritocracia, del echaleganismo y todos esos mitos que la industria cultural hegemónica ha creado para que la culpa la tengamos nosotros mismos por no tener movilidad social y no el sistema injusto en el que vivimos.

Pero la verdad es que además de nacer en cuna de oro, Salinas ha creado su fortuna beneficiándose de la explotación usurera de las personas más pobres que son a quienes les da créditos con un alto interés y les vende productos en “abonos chiquitos” en los cuales terminas pagando el doble de lo que realmente vale el producto.

A eso le agregamos las condiciones de total miseria en que tiene a sus trabajadoras y trabajadores a los cuales apenas los mantiene con prestaciones laborales de ley y en muchos casos no le importa violar las leyes laborales y los mantiene en situación de informalidad lo que afecta considerablemente la vida de miles de personas.

Es decir, Ricardo Salinas no es un caso de éxito ni alguien admirable por cómo generó su riqueza. Al final, lo hizo como todos los capitalistas lo hacen en este sistema, mediante una explotación injusta de millones de personas y aprovechándose de la situación de vulnerabilidad del pueblo.

Discursos de odio

Ya que desmitificamos la figura de Ricardo ahora pasemos a su narrativa que viene utilizando desde siempre pero que ha sonado más en años recientes en las redes sociales, principalmente en Twitter (Ahora “X”) donde se glorifica como caso de éxito y hace reivindicaciones al mito de la meritocracia.

Siguiendo ese hilo notamos a un personaje de extrema derecha que habla de defender a la familia tradicional y a los ricos, además de que hace comentarios clasistas, sexistas y racistas contra todo lo que pueda. Está de más decir que también ataca al gobierno actual con todo y en esa línea discursiva entra su ataque a los libros de texto tachándolos de comunistas.

Pero algo debemos tener claro, la libertad de expresión no incluye a los discursos de odio ni los debería de incluir. Son narrativas que fomentan la violencia irracional contra grupos que históricamente han sido vulnerados injustamente. Prohibirlos no representa censura sino más bien una forma de no permitir que actos retrógrados se normalicen en nuestra vida comunitaria.

Tax the rich

Finalmente, como buen marciano capitalista, Ricardo Salinas Pliego, no pagaba impuestos y no quiere pagar aún. Por ello tiene adeudos con el SAT en litigio por más de 40 mil millones de pesos. Esa es una de las tantas razones por las cuales lanza su embestida contra la administración actual.

Ricardo es un claro ejemplo de lo que no queremos en nuestra sociedad, representa al viejo régimen y a lo más asqueroso del capitalismo. Combatirlo es nuestra obligación en todo momento, ya que al hacerlo también estamos defendiendo nuestro proyecto de país en beneficio de las personas más marginadas, del pueblo de México.

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