A partir de este jueves a las 10 de la noche, hora de México, entrará en vigor un nuevo arancel del 30% a las exportaciones mexicanas que no cumplan con las reglas de origen del T-MEC. La medida, impulsada por el gobierno de Donald Trump, afectará a productos que representan 75 mil 890 millones de dólares, es decir, el 15% del total que México envía anualmente a Estados Unidos. Según cifras de la Secretaría de Economía y estimaciones de Banco Base, solo en los primeros cinco meses de 2025, este tipo de mercancías representaron más de 30 mil millones de dólares.
De acuerdo con información recopilada por Milenio, con este nuevo impuesto, el nivel arancelario ponderado que pagan los productos mexicanos en el mercado estadounidense sube de 11.9% a 13.7%, aunque México aún se mantiene competitivo frente a países como Japón o Corea del Sur, siempre y cuando los productos se ajusten a las reglas del acuerdo comercial.
Los artículos más afectados serán aquellos con bajo cumplimiento del tratado, como instrumentos médicos, bebidas alcohólicas, cereales, leche, acero, hierro, maquinaria, muebles y luminarias. Buena parte del incumplimiento se debe a que estos bienes utilizan insumos provenientes de fuera de la región, principalmente de Asia. Expertos explican que, en industrias como la metalúrgica, algunos fabricantes han mezclado materiales chinos con componentes mexicanos, lo que da como resultado productos alterados que no respetan las exigencias del T-MEC.

El acuerdo comercial entre México, Estados Unidos y Canadá establece que solo se consideran originarias aquellas mercancías producidas íntegramente en la región o que acrediten un contenido regional mínimo del 60% por valor de transacción o del 50% por costo neto. Esto incluye productos agrícolas, mineros, animales criados en cualquiera de los tres países o bienes manufacturados que cumplan con reglas precisas de certificación, aduanas y origen de insumos.
Sin embargo, muchas empresas han optado por evadir este proceso y pagar en su lugar el 2.5% de arancel que marca la Organización Mundial del Comercio, por ser más económico. Esa estrategia, que hasta hace poco parecía conveniente, ahora las enfrenta a un costo mucho mayor.
El nuevo arancel es una advertencia clara: las reglas del T-MEC no son negociables y el cumplimiento será clave para mantener el acceso preferencial al principal socio comercial de México.
Comentarios