SANDRA CUEVAS O LA CAMALEONA INCOMPETENTE

Opinión de Sergio Macías

Una invitación a desayunar con Carlos Alazraki –ese publicista de ideas fascistas que se lleva, pero no se aguanta– es casi un pasaporte a la ignominia. Solo que eso no lo saben quienes, orondos, van ahí a deglutir, porque los ciega su clasismo, su racismo, así como su odio y desconocimiento de todo lo que tiene que ver con la Cuarta Transformación… Son ciegos selectivos y no pueden ver la grandeza de la Refinería Olmeca (dicen que es una fachada), ni la del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (lo confunden con una terminal de camiones), ni la importancia que para la gente mayor y sobre todo la de escasos recursos tienen las becas y los demás apoyos. No pueden aceptar que este gobierno, lejos de destruir, construye obras pequeñas como los Bancos del Bienestar y obras insignia sin endeudarse. No ven, porque no quieren ver, los logros de la administración que tutela Andrés Manuel López Obrador.

Sandra Cuevas ve como una victoria que la hayan invitado a desayunar con Alazraki. Cree que es un premio a su “trabajo político”. Sandra Cuevas piensa eso porque ella piensa poco. Y aunque en su perfil de Twitter dice ser doctorante es más bien ignorante de la manera de gobernar, lo cual no tendría nada de malo si no fuera porque –al parecer con la ayuda de Ricardo “el Rapero” Monreal, coordinador de Morena en el Senado– esta personita es la alcaldesa por el PRIANRD en Cuauhtémoc y lamentablemente tiene iniciativa, pues no para de decir y hacer tonterías. 

Sandra, el Tribunal de Justicia Administrativa de la Ciudad de México ha ordenado tu destitución durante un año, en un juicio que ahora has impugnado. 

He emprendido una defensa legal y continuaré trabajando; existe una persecución en mi contra y este gobierno usa una fabricación de delitos para atacar a los servidores públicos destacados, como una servidora.

¿Para qué tanta parafernalia en tu toma de protesta?

No hubo tal parafernalia. A mí me gusta hacer las cosas bien.

¿Alfombra roja? ¿Mariposas quemadas con juegos pirotécnicos?

Me desmarco de tales acciones.

En esa ocasión, dijiste: “Yo no voy a gobernar para pobres, porque sé lo que significa ser eso… fui como ustedes y voy a gobernar para que, como yo, se vayan para arriba y nadie los manipule”. ¿Qué significa?

Significa que a López Obrador “le gusta un país con pobreza, un país con gente pobre porque es a la que puede manipular”. Yo haré que los ricos, los empresarios, sean aún más ricos. Y animaré a la gente pobre para que se supere.

Me es difícil contener la risa al pensar en el que podría ser su eslogan: “Anímate a ser rico: deja ya tu pobreza”.

Pero el presidente siempre ha luchado contra la pobreza. Hace más de 20 años, cuando era Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, puso en marcha la pensión para los adultos mayores, y ha privilegiado al sureste del país, que es donde habita el mayor número de pobres. 

No sé cuál Sandra Cuevas me responderá: la que dice hablar con Dios para que le brinde sabiduría, la que golpea policías, la que echa a los pobres que afean las calles, la que cierra deportivos, la que desaparece el arte popular, la que se enloquece por el orden y la disciplina o la de los discursos torpes anti Andrés Manuel. 

Queda claro: hay muchas Sandras Cuevas. Porque si Sandrita va al parque, se disfraza de deportista; si se sube a una excavadora, se convierte en conductora calificada; si se pone a barrer (aunque no sabe barrer), cree que es una empleada de limpia del gobierno; si Sandy está en una feria, es la vendedora de algodones de azúcar; si se sube a una moto de policía, se convierte en el Amorcito Corazón de Pedro Infante; si le toca decir unas palabras, imita (y muy mal) a cualquier viejo político priista (en una inundación: “No se ahogaaroon los que no quisieeroon: agua hubo en abundaanciaa”), y a veces hasta llora, y al ritmo de su demagogia pone los brazos así y asá y mueve las manos como si tuviera artritis reumatoide, con todo respeto.

El presidente –nos dice la alcaldesa– deja entrar por cielo, mar y tierra caravanas de gente que viene de otro país, como si aquí no hubiera gente con necesidad (sic), vienen para empezarlos a empadronar y afiliarlos a su partido y es otro coto de poder. No es que esté mal vivir en la pobreza. Lo que pasa es que él no quiere que seamos una potencia, quiere que se retroceda. Debemos de trabajar todos en equipo para que Morena no continúe.

¿Oí bien? ¿No está mal que el neoliberalismo haya dejado un país con 50 millones de pobres?

Es lo que nos ha dejado López. Cada vez que salgo a la calle veo muchos pobres. Algunos hasta duermen en la calle. Ya los estoy quitando de ahí, porque se ve muy sucia nuestra demarcación.

¿Qué opinión tienes de la cultura popular?

La cultura es la alta cultura; lo popular es lo del populacho. Nosotros estamos arreglándolo todo, todo, aunque a algunos no les guste.

Para no desmayarme le hago una última pregunta a esta especie de Zelig –pero sin la gracia de Woody Allen–, a esa mujer menuda que cuando arroja pelotas con billetes de 500 pesos a sus pseudosimpatizanes se transforma en #LadyPelotas. Me responde con acento priista, pero solo me chorea. 

¿Cómo va tu trabajo psicológico?

Me han dicho que es muy útil y muchos han dicho que ellos serán los beneficiados, pero yo no entiendo por qué si nunca he robado, abusado de mi autoridad ni discriminado a nadie. Además, ya me disculpé con esos desgraciados. Nomás deja que me ponga de acuerdo con mi nuevo amigo Javier Lozano, a quien los cretinos le dicen Saco de Pus, para ver cómo me desquito.

Mientras huyo del centro de la Ciudad de México, pienso que es absurdo que exista ese tipo de políticos en nuestro país. Recuerdo asimismo aquel tuitazo en el que Germán Castro (@gcastroibarra) se refiere a las palabras de la alcaldesa: “Todo va quedando claro: los migrantes centroamericanos llegan a México para afiliarse a Morena y luego ser adoctrinados por los doctores cubanos que no son doctores y entonces sumarse a los grupos de venezolanos que están llegando al AIFA para, desde aquí, conquistar el mundo”. Y en mi respuesta: “…para luego tomar cursos con Alazraki, subirse a los platillos voladores y una vez conquistado el mundo continuar con la conquista del universo”

Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.

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