San Miguel Ajusco, uno de los pueblos originarios del sur de la capital, está escribiendo una nueva historia. De la mano de su comunidad y con el respaldo del Gobierno de la Ciudad de México, iniciaron las obras del programa “Obras son Amores”, encabezado por la Jefa de Gobierno, Clara Brugada Molina.
El plan no solo busca embellecer calles: se trata de dignificar la vida cotidiana de quienes habitan esta zona emblemática de Tlalpan. Las acciones incluyen más luminarias, bacheo, renovación de la cancha deportiva, murales comunitarios y servicios de salud gratuitos. Todo esto como parte del programa Yólotl Anáhuac, que también involucra a los propios vecinos en la mejora del entorno.

Durante su visita, Clara Brugada subrayó que este esfuerzo responde a una visión compartida de justicia territorial y transformación social. “Venimos a cumplir con lo que prometimos: un gobierno que camina con su pueblo, que escucha y actúa”, expresó mientras recorría la calle Vicente Guerrero.
Uno de los anuncios más celebrados fue la remodelación de la cancha local, que se convertirá en la primera de 100 espacios deportivos renovados de cara al Mundial 2026.

Además, se instalarán estaciones de policía, casas de salud y se trabaja ya en un plan para mejorar el abasto de agua y el transporte público, atendiendo las demandas directas de la población. También se reforzará el servicio de pipas y se proyectan obras de drenaje y desazolve.

Con acciones concretas, el gobierno capitalino demuestra que transformar la ciudad comienza desde sus raíces: los pueblos que la fundaron. San Miguel Ajusco ya es ejemplo de que cuando hay voluntad y participación, el cambio sí es posible.

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