Revitalizar el Movimiento

Con el proceso concluido al interior de nuestro partido movimiento MORENA y ungida la nueva Coordinadora de los Comités en Defensa de la 4ta Transformación a nivel federal, inician las especulaciones de líderes y dirigentes sobre los procesos venideros; llegan los cobradores de cuota que insisten que por haber apoyado en el procedimiento anterior o bien haber acatado los resultados tienen derecho a exigir un lugar en las designaciones populares y con ello relegar la posibilidad de la militancia de base de aspirar a participar en dichos encargos. 

Lo cierto es que aún hay viejos políticos que basándose en las mañas ramplonas de siempre, condicionan el apoyo al movimiento y a la construcción de perfiles que cumplan con los requisitos necesarios para que la cuarta transformación no sufra un giro reversado a 180 grados. 

Surgidos de las filas de la oposición y muchos de ellos del corrompido PRD que buscan en MORENA un salvavidas para su carrera política y para mantener privilegios y preventas, cierran filas mediante el pragmatismo político. 

Lo interesante de todo ello, es que la ciudadanía y el movimiento tienen una forma de medir a quienes están en las esferas y espacios de poder por intereses personales y a quienes representan la continuidad de la 4ta transformación, en teoría política, insisto en los incentivos colectivos y selectivos. ¿Quiénes apuestan por repartir encargos sin tener aún posibilidad de ello?, pero que incluso se han atrevido a intentar engañar incautos ofreciendo, diputaciones, direcciones generales, secretarias JUDS, etc, bajo la condicionante del apoyo a sus pretensiones, utilizan los incentivos selectivos como elemento cautivador para obtener el respaldo de dirigentes medianos y pequeños, mientras que, el incentivo colectivo está basado en la posibilidad mayoritaria de mantener la esperanza y la continuidad de la transformación. 

En otras palabras, fue lo que le permitió a la Dra. Claudia triunfar sobre el resto de los contendientes y con el elemento extra de algunos arribistas que llegaron con la intención de asumir con el nombramiento de la Dra Claudia un encargo por designación directa. Sin embargo, parece que se van a quedar con las ganas, pues más allá de la necesidad de contar con viejos lobos de mar que no sean los que fueron propuestas presidenciables, se requiere de fortalecer el movimiento político social del partido, esto es,  incentivar a la militancia de base del movimiento y a simpatizantes volcarse a las calles a realizar trabajos de proselitismo político para triunfar en la carrera presidencial y locales en el 2024, la pura estructura de dirigentes y líderes que se SUMARON con la Dra. Claudia al calor de la coyuntura no son suficientes para asegurar sin problema alguno el triunfo en el 2024, MORENA necesariamente requiere que el movimiento despierte ese ánimo que en 2018 dió el triunfo a Andrés Manuel López Obrador. 

Entonces entre incentivos colectivos y selectivos y pragmatismo o movimiento nos encontramos. 

La Ciudad de México será la primera en definir el rumbo, con el liderazgo de Clara Brugada se establece el empuje del movimiento principal de la 4ta transformación, que implica por ideología y por conciencia la movilización voluntaria de las bases partidistas para fortalecer los procesos electorales en la CDMX y muy probablemente con ello el voto mayoritario de la izquierda dará el triunfo a Clara Brugada y acrecentaría la ventaja de Claudia Sheinbaum. 

Pero si nos fijáramos en el caso de Omar García Harfuch, tendríamos que preguntaros si los incentivos selectivos (el movimiento convocado por sí mismo para generar un proceso de campaña voluntaria construido por militantes y simpatizantes) tendría el mismo efecto arrasador que tiene el liderazgo y la legitimidad de Clara Brugada.

La respuesta es contundente, el movimiento en 2021 no acompañó en la Ciudad de México a los candidatos de MORENA en las Alcaldías que se perdieron por la sencilla razón de que el pragmatismo se impuso por encima del movimiento. 

Es  menester de las dirigencias, comprender que los cimientos de nuestro partido reposan sobre una militancia madura, comprometida y que castiga cuando el pragmatismo pasa por encima de lo legítimo, el castigo responde a la indiferencia ante la campaña política al abandono de la promoción de los candidatos y los recorridos casa por casa. 

Para reactivar el partido y contar con protagonistas del cambio verdadero que profundicen el convencimiento y contacto con la gente deben considerarse diversos factores. 

¿Es Mario Delgado capaz a través de la credencialización generar una estructura que se movilice en el proceso de campaña para no solo obtener el triunfo en la Ciudad de México sino volcar la votación también para la presidencia de la república o le basta con la estructura que mantiene?

¿Omar García Harfuch, asegura los votos de la militancia de Izquierda o provoca divisiones internas por las relaciones con la derecha y la sombra del caso Ayotzinapa que pesa sobre sus hombros? ¿Es capaz de impulsar un movimiento popular que sume la mayoría de votos en la Ciudad de México y garantice la votación popular por la Dra Caludia Sheinbaum?

¿Es pertinente sacrificar movimiento por pragmatismo político?

La única forma que tiene nuestro partido para triunfar en 2024 es revivir la hazaña de 2018 con AMLO, y esto se logró gracias al surgimiento de un gran movimiento social esperanzador y transformador, donde las fortalezas de dicho movimiento surgieron de las bases y que se consolidaron en estructuras partidistas territoriales o comités activos. 

En este sentido, preguntémonos, si dirigentes y líderes pragmáticos tienen la fuerza suficiente para logar que el movimiento tome forma. Entonces bajo este razonamiento el viro real del barco de la transformación consiste en regresar al origen de su fundación, recoger la esencia del movimiento construido por AMLO e impulsar la 4ta transformación desde el origen del movimiento que permitió el triunfo contundente, en otras palabras para garantizar el triunfo en la Ciudad de México y el trabajo voluntario de militantes y simpatizantes debe pensarse en el origen y la construcción del movimiento popular.  

#LaRutaEsClara 

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