El día de ayer la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, dio a conocer una serie de nombramientos, entre ellos llamó mi atención el de Renata Turrent Hegewisch, para dirigir el Canal Once del Instituto Politécnico Nacional.
Turrent agradeció a través de sus redes sociales con un mensaje que incluía las siguientes palabras:
“Todas las personas de este inigualable país deben ser representadas con dignidad e incluidas en la televisión pública: mujeres, pueblos originarios, afrodescendientes, migrantes, la comunidad LGBTIQ+, jóvenes, niñas y niños”.
Voy a enfocarme en las Comunidades LGBTIQ+, del que soy miembro activo política, social y mediáticamente.
Desde que yo recuerdo el Canal Once siempre ha sido un espacio en el que se ha dado foro a contenidos que daban a conocer la Diversidad Sexual al pueblo de México, a través de la retransmisión de películas con temática sexodiversa, conversatorios, talkshow, series e incluso dibujos animados con personajes LGBTIQ+. Siempre me sentí interesado por la programación del Once, quien además ofrecía una calidad insuperable hasta la llegada de las plataformas digitales y el internet.
Los últimos años el Once sigue ofreciendo contenidos LGBTIQ+, pero admitamos que su calidad es tan baja, que ni siquiera logra cautivar a los espectadores y mucho menos escandalizar a los conservadores.
El reto es claro, opino, para Renata Turrent. Me queda claro que es una mujer inteligente y capaz, por eso fue elegida para esta misión, que incluye rescatar al Once y con los recursos que ya se cuenta, lograr transformar la programación LGBTIQ+ en una que sea competitiva ante los contenidos que se ofertan en múltiples plataformas gratuitas y de paga.
Turrent tendrá la oportunidad de devolverle el liderazgo al Once en materia de contenidos LGBTIQ+, buscando el equilibrio entre inclusión, calidad y profesionalismo, todo partiendo desde la visión humanista de la transformación. Yo creo que lo logrará.
Uno de los puntos a su favor, es que Turrent conoce el tema de la diversidad y a sus actores políticos, sociales y mediáticos. Y también a que no se deja manipular por aquellos, aquellas y aquelles, quienes creen que tienen secuestrada la agenda LGBTIQ+.
Será también la oportunidad para que sean incluidos más perfiles LGBTIQ+ de izquierda progresista, más contestatarios y alejados de la “élite arcoíris”, quienes sean capaces de hacerle frente a los perfiles LGBTIQ+ más convencionales y aspiracionales, pues estos últimos siempre han actuado como “pinkwasheros” de las agendas imperialistas y capitalistas. Con Turrent podría llegar el momento para que la revolución LGBTIQ+ de las conciencias tenga un foro digno y plural en el amado canal Once.
Renata Turrent tendrá en sus manos transformar el Once en un verdadero espejo del pensamiento progresista del Segundo Piso de la 4T. Ya veremos.