Quince días más

A quince días de que termine el proceso interno de Morena para definir al nuevo Coordinador Nacional de la Defensa de la Cuarta Transformación, se cumplieron los objetivos inmediatos que permitieron que nuestro partido movimiento mantuviera los reflectores nacionales y obtuviera la atención de la mayoría de los mexicanos con la expectativa que de este proceso interno muy probablemente saldrá el nuevo presidente de México.

Este proceso a su vez, permitió que los partidos de oposición adelantaran sus estrategias y tuvieran que entrarle a los procesos definitorios para no quedarse atrás en lo mediático, incluso el mismo Presidente de la República empujó los nombres de los candidatos de la derecha quienes cayeron en el anzuelo y levantaron la mano ante el destape que hizo Andrés Manuel de los mismos, dando con ello el inicio de un proceso de competencia al interior de los órganos políticos del país adelantado. En una jugada estratégica y de ajedrez político desgasta a las propuestas de la derecha y las enfrenta entre sí dejando ver su lado más miserable en la búsqueda del poder por el poder.

Del otro lado y gracias a la disciplina militante que Morena practica se ha mantenido un proceso de promoción de las propuestas presidenciables somero, con convocatorias y grandes mítines por cada uno de los aspirantes, incluso dentro del mismo proceso las críticas al arribismo de Velasco han sido tímidas y se ha mantenido un proceso tranquilo a diferencia de lo que esperan los medios de comunicación al servicio de las minorías rapaces.

Sin embargo, los medios de comunicación aprovechan cualquier elemento de crítica o discusión interna para gritar a los cuatro vientos que hay divisiones y que uno de los presidenciables saldrá a buscar la candidatura por los partidos del frente derivado de la corrupción interna y de la cargada hacia uno u otro precandidato.

Están esperando que las propuestas de Morena caigan en el juego mediático y rompan los lazos sólidos de unidad.

En primera instancia habría que mencionar que la unidad del movimiento no la garantizan únicamente las propuestas presidenciables como ocurría en torno a las viejas formas de hacer política, donde si uno de los propuestos rompe con el movimiento se provocaría una enorme desbandada del partido.

Es importante recordar que esto ya le ocurrió al Dr Monreal en una ocasión, cuando amagó con salir del movimiento y recoger sus fichas. Ante la pregunta del entonces alcalde “¿Me acompañarán?”, la militancia hizo caso omiso y solo algunos leales a su figura manifestaron su posición a favor, la gran mayoría simplemente le deseó éxito, entonces el Dr. Reculó esa posición.

Hoy, es el primero en pedir serenidad e incluso ceder a Ebrard la posición de que su propuesta de cada encuestadora esté en lugar de la de él, pues la suerte no le sonrió a Marcelo y no salió sorteada su propuesta para la encuesta.

A gritos pide la derecha que Marcelo salga de las filas del movimiento e incluso piden que por oficio se persiga a Claudia Sheinbaum por los promocionales que existen a lo largo y ancho del país.

El hecho es que aún no se ha comprendido que la militancia de nuestro partido y la ciudadanía en general no se desprenderá de las filas del partido del residente, al menos no ahora. Ya lo explico Andrés Manuel, el movimiento es sólido a pesar de los asegundes y las malas decisiones tomadas por Mario Delgado, la gente cree en AMLO y está en disposición de apoyar al que determinen las encuestas que son un proceso tan atípico, pero hoy recurrente método nacional para definir a los presidenciables de oposición y de la cuarta transformación.

Sin embargo, la postura que tomen unos y otros competidores solita irá descalificando al que muestre sus intereses personales y de grupo o incluso como históricamente ha ocurrido en los procesos internos, hoy aplicado a la inversa, esto es el que acuda al tribunal se le considera un traidor al movimiento, así paso con la militancia de base que se quejó de los procesos internos, ahora la misma moneda para la dirigencia del movimiento, de modo que los procedimientos una vez aceptados sin chistear al menos en Morena se consideran inamovibles.

El problema deviene cuando se piensa que las cosas no están parejas y surge el conflicto interno, pero que para nada raya en división interna, pues más allá de los personajes (a excepción del presidente) está el corazón para el movimiento. Desde diversas trincheras de la militancia es común escuchar: “primero está AMLO y luego está Morena, nuestra lealtad es con los ideales y principios y nuestro presidente”

Al menos al interior del movimiento, aunque se tengan favoritos, no se están dispuestos a rebasar la línea de lo que determine finalmente el proceso interno, aquel que se mueve un ápice a la derecha pierde la simpatía del grueso de la militancia y de la ciudadanía, para muestra Marcelo Ebrard coqueteando con los medios de comunicación que día a día atacan a nuestro presidente, o a Claudia sumando a los nefastos panistas de la CDMX y a los arribistas ex perredistas.

Bien dice nuestro presidente el pueblo es sabio y determinará al que considere mejor para dar continuidad al proyecto presidenciable, pero no así con los grupos que se aglutinan alrededor. A estos les espera el juicio sumario de la ciudadanía. En la cuarta transformación no hay cabida para el retroceso.

Hay claridad en que las propuestas Claudia y Ebrard son las principales, que Adán Augusto será el mediador, Noroña siempre estará en el corazón radical de la lucha histórica de la Izquierda, Monreal tendrá que recular nuevamente y Velasco por dignidad debe hacerse a un lado. Sin embargo, la sombra de la política de los ayeres del priismo, provoca que se mantengan en el cuadrilátero todas las propuestas para pescar lo que comúnmente se conoce como el “huesito”.

Queda en la organización de base del movimiento no permitir que el acuerdo pase sobre el estatuto, ni que las definiciones del Consejo Nacional del domingo 20 dejen fuera la pluralidad y la democracia interna del movimiento partido.

La dirigencia debe recordar que hay un pueblo vigilante, que el proceso ha sido tan exitoso, que si esto fuera un Reality Show cualquier equivocación o giro de 180 grados quedará para siempre en la memoria de nuestro pueblo mexicano.

Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.

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