Primero las y los pobres

Salieron nuevos datos sobre los resultados de la política económica de la Cuarta Transformación (4T) en México, muy alentadores que conviene hacer un pequeño análisis de los mismos ya que las políticas públicas con enfoque social y popular parecen demostrar sus beneficios en nuestro país.

Las desigualdades sociales

Vivimos en un régimen social injusto e irracional donde la riqueza se concentra en pocas manos. Así tenemos que pocas personas son multimillonarias y la gran mayoría de la población vive en condiciones deplorables que atentan contra su propia existencia además de ser indignas.

Ese sistema también llega al absurdo cuando se producen mercancías y riqueza social suficiente para que todas las personas tuvieran una vida digna, pero al concentrarse en esa minoría condenan al resto de la población. Otro síntoma de lo injusto y cruel puede ser cuando se produce tanta comida que se llega a tirar en restaurantes o se elimina por especulación mientras gran parte de personas mueren de hambre.

Con todas esas contradicciones sería suficiente para condenar la actual forma de distribución de la riqueza, pero le podemos agregar que la gran mayoría de la población que vive de su esfuerzo diario es quien realmente crea la riqueza, pero le es robada por esa minoría de ricos a través de diversos mecanismos (Marx le llamó plusvalía). Es decir, las personas ricas son los usurpadores y quienes se benefician de ese sistema.

Los nuevos datos

Si bien lo más sencillo y difícil a la vez sería tomar el poder político para eliminar esas injusticias a través de una revolución, se torna muy complicado cuando la minoría rapaz también concentra gran parte de los medios culturales y bélicos para someter cualquier intento de disidencia.

Así tuvimos muchos episodios funestos en nuestra historia de represiones y masacres. Por otro lado, aunque también lleno de críticas, se ha implementado una forma “pacífica” de tomar el poder mediante elecciones y ejerciendo presión con democracia popular y participativa, resultado de esto es la 4T.

Una vez en el gobierno y a su vez luchando ahí mismo con los poderes económicos y políticos de esa minoría se han realizado muchas políticas públicas con enfoque social buscando el bienestar de la gran mayoría de la población. Desde programas sociales para personas históricamente marginadas y vulneradas, hasta mega proyectos en defensa de la soberanía nacional y buscando un desarrollo sustentable y social.

La derecha y algunas izquierdas habían criticado que esas políticas no entregaban resultados y que había más pobres que antes. Todo eso para hacer raja política y utilizar mañosamente como consignas que pudieran tener impacto en la población y les ayudara a regresar por sus privilegios.

Pasamos una pandemia y todo lo que ello representa en términos de salud pública y de economía nacional y popular. Aun así, los resultados que el presidente decía cada vez que había un acto público popular, principalmente en los informes de gobierno o aniversarios de fechas importantes, ahora se refuerzan con los resultados de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2022 que es elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

En ella vimos que el ingreso laboral para el 10 por ciento de los hogares más pobres se incrementó en promedio 29 por ciento del 2018 al 2022 en términos reales. En el mismo periodo en los programas sociales hubo un aumento real de 24 por ciento para el 10 por ciento más pobre, en comparación con 2016 al 2018 que se redujo 17 por ciento. También las becas para el 10 por ciento más pobre aumentaron en un 187 por ciento, en cambio del 2016 al 2018 se redujeron en 55 por ciento.

En la brecha de desigualdad social se habrían reducido 5 millones de pobres menos que los que se tenían en 2018, mientras que los ingresos de las personas más ricas pasaron de ser 21 veces más que las personas pobres a ser ya solamente 16 veces más. Es decir, se estima que los ingresos de los ricos decrecieron un 13.2 por ciento.

Lo que sigue

Hemos tenido avances considerables con este gobierno que hemos construido todas y todos, pero no debemos bajar la guardia y continuar con el proyecto político. Se viene una batalla en 2024 y debemos apuntar a que se profundicen las políticas que hemos realizado. Por poner un ejemplo, ya hicimos que los más ricos pagarán impuestos, ahora podríamos pensar quizás en aumentar los mismos a las personas más ricas del país. La redistribución de la riqueza y la justicia social son nuestras banderas.

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