Presidenta de izquierda

Estamos viviendo tiempos muy interesantes en nuestro país con la alta probabilidad de que la próxima persona que llegue a la presidencia de la república sea una mujer, y no cualquier mujer, estamos hablando de Claudia Sheinbaum Pardo quien llegaría a profundizar la obra comenzada por el pueblo de México en 2018. De eso hablaremos en las siguientes líneas, de la presidenta de izquierda que tendremos en 2024.

Luchas sociales

Claudia fue formada en los movimientos sociales de izquierda. Inició su participación en política en el Consejo Estudiantil Universitario (CEU) a mediados de los ochenta (1986-1987) donde participó en la huelga universitaria en la UNAM defendiendo la educación pública y gratuita ante una de las primeras embestidas neoliberales que buscaban privatizarla.

Después sus luchas se han encontrado en el obradorismo, donde fue parte de la resistencia pacífica que se realizó por el desafuero de AMLO y después por el fraude electoral de 2006. Esa resistencia la marcó y la fortaleció para continuar con el proyecto que encumbraba López Obrador.

También participó en consonancia en el gobierno legítimo y en la defensa del petróleo de México cuando aprobaron la reforma energética. En ese sentido, fue pilar fundamental en la construcción continua del Movimiento de Regeneración Nacional, del cual es fundadora y ahora coordinadora nacional de los comités en defensa de la 4T.

Proyecto político

Para hablar del proyecto de Claudia podríamos simplemente decir los ejes principales de la cuarta transformación o el contenido en el plan de nación 2024-2030; sin embargo, preferimos hablar de algunos aspectos que resaltan de su gobierno en la Ciudad de México estos últimos años (2018-2023).

El gobierno de la CDMX ha sido todo un éxito en seguridad, donde se han bajado los principales delitos casi en promedio al 50% lo cual resulta impresionante en esa ciudad. Esto debido a la dignificación de la policía (aumento de salarios), al combate frontal a la delincuencia y sobre todo a la política de redistribución de la riqueza a través de los programas sociales.

En ese sentido, el gobierno de la capital es vanguardia en muchas cosas, como la defensa del derecho a la educación pública, por ejemplo es el primer lugar donde se establece y crea el programa de la escuela es nuestra, y también se implementa la beca universal desde kínder a secundaria para niñas, niños y adolescentes.

Ha sido un gobierno feminista al tener al menos 710km de Senderos seguros para que las mujeres caminen libres y sin miedo. También ha aumentado considerablemente la vinculación al proceso de feminicidas y se han establecido nuevas leyes y mecanismos para proteger, dignificar y empoderar a cualquier mujer de la CDMX.

Se han rehabilitado y construido muchos parques fortaleciendo la lucha contra la inseguridad y demostrando en los hechos que el derecho al ocio se debe garantizar para todas las personas que quieran tener momentos de recreación y de ejercicio físico que también ayuda a su salud.

En se sentido también se han creado varios hospitales y se ha dignificado la atención pública de la salud. Un ejemplo de esto es el correcto manejo de la pandemia que tuvo la CDMX incluso en algunos momentos a contracorriente por lo complejo que era la situación en ese lugar.

Finalmente (aunque podemos hablar mucho más) la conectividad de la ciudad es impresionante al colocarla como la más conectada del mundo al tener al menos 34 mil puntos de internet gratuito, reforzando la idea de que el uso del internet también debe de ser reconocido como un derecho humano.

En cuanto a conectividad  podemos hablar también del presupuesto histórico al metro (con todo y los sabotajes que le han hecho ocasionando accidentes terribles), también de las dos líneas de teleférico más grandes del mundo y de la primera línea de metrobus 100% eléctrico. Cabe mencionar aquí que estas medidas en transporte público buscan conectar y mejorar la calidad de vida de las personas que menos recursos económicos tienen.

La lucha contra el discurso de odio y las mentiras

Claudia ha sido atacada por los medios masivos de desinformación, por toda la oposición y por varios compañeros y compañeras de nuestro movimiento. La mayoría de las críticas que le hacen suelen ser misóginas, machistas, racistas y clasistas.

Claramente todas esas personas agresoras van a negarlo, pero así funcionan los discursos de odio y su normalización que encubre totalmente el verdadero trasfondo de sus señalamientos. Esos ataques forman parte de toda una cultura patriarcal, racista y clasista que no perdona y quiere prohibir que una mujer científica (críticas sexistas) de origen judío (críticas racistas) y luchadora social (crítica clasista) pueda llegar a ser nuestra próxima presidenta. 

Tiempo de mujeres

En ese sentido, su mismo triunfo rompería con todos esos discursos de odio y techos de cristal creados contra las mujeres. Sabemos perfectamente que el que llegue una mujer a un puesto de poder no garantiza que velará por sus intereses ni por los demás, el claro ejemplo lo tenemos con Xóchitl Gálvez que es una candidata de derecha. Sin embargo, estamos seguras y seguros de que Claudia si podrá hacerlo al ser una candidata emanada del movimiento de la Cuarta Transformación. Así, profundizaremos el camino iniciado en 2018, tendremos presidenta y será de izquierda.

#EsClaudia

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