¿Por qué AMLO es el mejor presidente?

El gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha resistido los embates de la derecha conservadora, tanto lo que se refiere a la oligarquía mexicana como aquella oligarquía influyente del extranjero. El más reciente embate, que no el único, ha sido el de los libros de texto, que por su peso ya se develo que no tienen nada de comunistas como lo afirmaba Ricardo Salinas Pliego (el gánster empresarial) con sus supuestos libros de texto con un “virus comunista”. Es muy interesante observar como después de que se les acaba un negocio a estos corruptos y traficantes de influencias (como el caso del monopolio de los libros de texto) comienzan a inventar una sarta de mentiras que difunden en sus medios de manipulación. 

Resulta curioso cómo es que en más de una entidad los medios de manipulación enfocaban todos sus reflectores para entrevistar a supuestos padres de familia, seudo-profesores o “líderes” de asociaciones civiles que hablaban del tema sin, por un lado, haber leído el contenido de los libros, y, por otro lado, sin ser expertos en el tema. Es decir, en el mejor de los casos se tomaba la “opinión” de aquellos que no tienen conocimiento del tema y que lo único que expresaban era el resultado de la manipulación mediática de los medios locales, nacionales o extranjeros, o también, por qué no decirlo, aportaban una opinión sesgada como resultado de un velo de ignorancia o ceguera voluntaria por defender los intereses económicos y/o políticos del conservadurismo local.  

En el caso de los libros de texto se hablaba de estos con tal certeza pero sin haber tenido los libros en la mano ni haberlos revisado con mayor detenimiento, por ejemplo, no se tenía conciencia de la utilidad del libro como una mera herramienta, auxiliar y alternativa en la formación de los estudiantes; tampoco se hablaba del libro como un perfectible, no, reducían todo el “fracaso o éxito escolar” al contenido de un libro sin tomar en cuenta todas las demás fuentes de información, recursos virtuales o material didáctico, pedagógico o de lectura del que se auxilia el profesor para enriquecer la materia. Dejaban de lado todo el proceso de enseñanza-aprendizaje para enfocarse sólo en un instrumento.

El caso de los libros de texto es un ejemplo emblemático de lo que es la guerra sucia de la derecha. Como si fuera una tolvanera, sus malas prácticas se levantan sobre la falta de verdad, se alimentan de la opacidad, del miedo, de la ignorancia, del sensacionalismo y la mera manipulación. Como en todos los casos, las calumnias, falsedades y los inventos de la derecha, son fruto de la oscuridad, de la perversidad de quienes lo piensan así, lo diseñan y lo llevan a cabo. Es por ello que se sostiene que el conservadurismo se encuentra sobre la base de una economía de muerte, de una ideología neoliberal y de malas prácticas políticas, esas que han llevado a lo largo de toda la historia de la humanidad a separar a la sociedad finalmente en dos grupos, uno de opresores y otro de oprimidos. 

Si uno observa en retrospectiva, la historia se ha llenado de pasajes de luz y de oscuridad, de florecimiento y de prosperidad para las sociedades, pero también de momentos de muerte y desesperanza. En esta trama mundial, México también puede caer en esta clasificación, pero para ello, es muy importante conocer su historia, sobre todo, la historia de los vencidos para no quedarse con una sola cara de la moneda. Los libros de texto nos dan ahora una diferente versión de los hechos, una distinta forma de pensar, de ver la vida, de realizar una re-lectura de los acontecimientos del pasado. Es frente a esta nueva visión de nuestra “nueva escuela mexicana” que se hace una afrenta, los conservadores no quieren que se tenga una segunda versión de los hechos, no quieren que haya alternativas a la visión lineal y unilateral que impuso el neoliberalismo a la educación en México. 

Una de los grandes cuestionamientos a los libros de texto, por ejemplo, es que “ya no habrá matemáticas”, reclamando y vociferando la supuesta falta de matemáticas en los libros de texto, ignorando por completo la nueva forma de su enseñanza mediante la metodología de proyectos, una metodología integral y con mucho éxito en el aprendizaje de los estudiantes a nivel mundial. En un extremo de locura, la derecha reclama el pasado, como si los libros de texto anteriores hubieran sido excelentes en su contenido y con mucho éxito en la enseñanza de las matemáticas, nada más fuera de la realidad. 

Apreciable lector, reflexione en lo siguiente, si eso hubiera sido así, si todo hubiera estado tan perfectamente bien como lo anuncian los conservadores, entonces por qué México siempre obtenía tan bajos niveles de puntaje en las pruebas internacionales en materia de matemáticas y razonamiento lógico, contéstese usted mismo, si todo estaba bien, entonces por qué los estudiantes (en todos los niveles, desde nivel básico hasta universitario) en los último cuarenta años terminaban odiando las matemáticas, eligiendo carreras que “no tuvieran nada que ver con matemáticas”.

¿Por qué, por qué ocurría esto?, pues bien, yo se lo diré apreciable lector, por el simple hecho de que la enseñanza de las disciplinas (lamentablemente no sólo en matemáticas) era una verdadera basura de metodología, por eso, porque aburría a los estudiantes, porque era una metodología elitista, excluyente, porque era abstracta, fuera de la realidad, no aplicada a la realidad para entenderla, era anti-social, meritocrática, sexista y era también injusta, por eso. 

Porque con la estúpida idea de la “competitividad”, se creía que sólo el “genio”, era el que podía “entender las matemáticas” y no es así, las matemáticas son un lenguaje universal, que está presente en todas partes en nuestra vida cotidiana y que se tiene que entender como parte de nuestra naturaleza y no como algo privilegiado sólo para unos cuantos (en su mayoría hombres, o usted sabe apreciable lector, a cuantas mujeres se le ha otorgado la Medalla Fields que es como el nobel de las matemáticas). 

Tenía que venir un presidente, el mejor, con una conciencia íntegra y con el valor suficiente para hacer cambios de fondo en la manera en que nos enseñan a ver la vida. Lo hemos sostenido en diversas ocasiones y lo seguimos repitiendo, el neoliberalismo como ideología es resultado de un proceso de enseñanza que también se da en las escuelas, es por ello que la derecha se ve trastocada, porque su ideología, la ideología neoliberal y conservadora, se empieza a resquebrajar con esta “nueva educación”. Recordemos que AMLO habla de la revolución de las conciencias, que implica no sólo que reflexionemos sobre lo que vivimos en México, sino que lo cambiemos, que lo transformemos.

La corrupción vista como malas prácticas, se comenzó también a normalizar por medio de la educación, una educación meramente instruccional y vacía, por ejemplo, al formar profesionistas sin ética, con una formación “técnica” y no humanista, al final del día, al egresar, se tenían personas con un fin vulgar de tener dinero a toda costa y de buscar un “empleo” que satisficiera sus expectativas consumistas, sin importar lo que ello implicara en su dignidad o en el prestigio de su carrera. Es por eso que teníamos abogados, médicos, economistas, administradores, contadores, etc., que formaban parte de un entramado de corrupción institucional en todas las dependencias en las que se suscribían, incluso teníamos dependencias de gobierno totalmente cooptadas por carreras o escuelas, por ejemplo, véase el caso del ITAM en el Banco de México, del ITESM en la Secretaría de Economía, del COLMEX en SHCP y del CIDE en la SCJN y CONEVAL, por citar sólo algunos ejemplos. 

Repito, el neoliberalismo se enseña y se aprende, los mismos profesores que en un momento fueron profesionistas y profesionales de la corrupción, regresaban a su alma mater (como ahora en el caso de la UNAM con Lorenzo Córdova y Ciro Murayama), a formar “nuevos cuadros” de profesionistas para poder cubrir las vacantes de las instituciones que tenían controladas, abusando así no sólo de su presupuesto sino de todo su proceso de contratación, de sus vacantes, de la asignación de sueldos de forma discrecional, de oficinas, recursos materiales, transporte, fondos o fideicomisos, etc. 

Una nueva educación entonces incomoda al régimen, al conservadurismo, porque la educación en sí misma encierra la promesa de cambio y en su esencia es revolucionaria, es por ello que celebro que nuestro presidente AMLO se haya atrevido por fin a darle paso a una nueva educación, una educación necesaria para desaparecer de una vez por todas esta era neoliberal que tanto daño le ha hecho a México. Todos sabemos que es por medio de la educación por la que una sociedad puede generar cambios de fondo y no sólo de forma. La educación se presenta como uno de los factores más determinantes en la movilidad de social y de clases, y si es que queremos entender la corrupción y erradicarla, tenemos que echar mano de la educación de estas y de las nuevas generaciones. 

Sin duda nuestro presidente es un estadista y visionario, sin duda su honorable simpatía le permite seguir pensando en los demás, en los que vienen atrás de él, su legado por eso va a trascender generaciones, será recordado no sólo como el presidente más honesto, sino por haber sido el mejor presidente que hemos tenido en los últimos ochenta años (tomando como referente último al general Lázaro Cárdenas del Rio). No podemos negar todas las bendiciones que ha tenido nuestro presidente, las “circunstancias” que le han permitido avanzar en esta misión de hacer de México un México mejor. Como bien lo dice, “el hombre es él y sus circunstancias” y queda claro que las fichas se han acomodado milagrosamente para que este gran hombre pueda avanzar en su noble propósito. 

Los cambios de AMLO se registran en su quinto informe de gobierno, realizado en Campeche, algo inusual y que rompió con todos los protocolos de informes previos. Primero, fue a puerta cerrada, con el gabinete de la gobernadora Layda Sansores San Román, su comitiva, los gobernadores y algunos legisladores del movimiento que lo acompañaron. Poca afluencia de gente al salir, no hubo mucha publicidad al respecto, fue un informe poco común ya que al final del mismo daría un primer viaje de prueba en el tren maya que iría de Campeche en dirección a Mérida.

En este quinto informe, hablo de los grandes logros que ha tenido no sólo en la reducción de la pobreza, sino en la reducción de la desigualdad, resalto fuertemente el cierre de brecha que se ha tenido entre ricos y pobres. Las cifras que presentó en el Centro de Convenciones Campeche XXI, sin duda dejan en claro el éxito de su modelo económico que ha implementado en lo que va de su gobierno, un modelo económico basado en la economía moral y de corte humanista. Este modelo es original y ha rendido frutos, se caracteriza por una noble y genuina ayuda a los más desprotegidos, apoyando el mercado interno e impulsando de forma contundente los programas sociales. Estas medidas de política económica son congruentes con su pensamiento y ponen en alto el lema emblemático de la cuarta transformación de “primero los pobres” y que ahora se complementa con la idea de “arriba los de abajo y abajo los privilegios”. 

Los resultados económicos no se limitan a las grandes obras, la mejora en salarios, el aumento en la inversión, la disminución en el desempleo, la baja en la inflación y el aumento en las expectativas de crecimiento económico. También estos excelentes resultados económicos van de la mano con el amor y cariño que la gente le tiene, no sólo en México sino en todas las latitudes del mundo, lo mismo en Chile que en Colombia, lo mismo en Perú que en Bolivia, los mismo en Argentina que en Estados Unidos o en Centroamérica, no cabe duda que las muestras de cariño para AMLO y para la dama de primera, su esposa Beatriz nos llenan de orgullo y admiración. Resulta evidente que el presidente AMLO ha superado todas las expectativas, y si en estos momentos dejara la presidencia, se iría con honores y con los máximos índices de aprobación de cualquier presidente que se haya tenido registro en por lo menos las últimas ocho décadas. 

El bienestar económico se complementa con la estabilidad social y política que se vive hoy en México. Actualmente ya se tiene registro de quien coordinará esto que él llama “cambio con continuidad”, le ha entregado el bastón de mando a la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo, una militante de morena que se ha caracterizado por su congruencia en sus ideales y principios, por toda una trayectoria de vida en la política, una política con ética y valores que se encuentran cimentados en el movimiento de MORENA desde sus orígenes, movimiento del que fue fundadora junto con AMLO. Esta alternancia asegura a todas luces no sólo una victoria de la izquierda social y progresista en nuestro país, sino que deja claro que el pensamiento y la esencia del obradorismo y esta filosofía de pensamiento del humanismo mexicano llevado a la práctica permanecerá y echará raíces para dejarnos un mejor futuro. 

No es casualidad de que, a pesar de que comentaristas, seudo especialistas y comunicólogos como Sabina Berman (que hipócritamente y por más que lucha consigo misma, no puede ocultar del todo su rancio conservadurismo), hoy se habla del momento mexicano (Mexican Moment), hoy se habla del “súper peso”, hoy se habla de México como una potencia, un país de progreso y de respeto en el concierto mundial. 

Con orgullo lo digo, se quedaron atrás la vergüenza que representaban nuestros diplomáticos y gobernantes, presidentes de poca monta, hoy tenemos gente integra, con principios, con ética, con una visión de México como un país de progreso y de justicia, hoy se ve a México como un país de oportunidades, de hecho, se habla ya del “sueño mexicano”. Hoy lo puedo gritar a los cuatro vientos porque la vida me ha permitido ver a un presidente a la altura de lo que es y de lo que representa nuestro hermoso país que es México, un país querido por el mundo por su cultura y por la nobleza de su gente, hoy, con un libro en la mano autografiado por nuestro presidente (gracias a Edith, mi esposa), le digo apreciable lector, hoy vivimos tiempos que pasarán a los libros de historia, por fin, seremos historia, usted y yo seremos protagonistas de una historia llena de dignidad y de gloria, por eso le digo y le repito que AMLO es el mejor presidente. 

Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.

Salir de la versión móvil