Nieto de Murillo Karam libra prisión, era señalado de intento de homicidio

Fuentes de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo (PGJEH) revelaron que Gerardo Saade Murillo, nieto del ex procurador General de la República, Jesús Murillo Karam, libró una acusación por tentativa de homicidio en agravio del abogado Sergio Beltrán Merino, ex esposo de la priista Carolina Viggiano, por falta de pruebas.

Beltrán Merino fue atacado a balazos en 2021 y apenas el pasado 23 de junio fue imputado en la audiencia inicial por el intento de asesinato del abogado Sergio Beltrán.

Sin embargo, la jueza de control, Janeth Montiel Mendoza, consideró que las pruebas aportadas por los agentes del Ministerio Público de la Fiscalía estatal no lograron acreditar su participación en este hecho delictivo en la audiencia que se llevó a cabo ayer.

El jueza desestimó las pruebas cruciales que vinculaban al imputado con el intento de homicidio, según fuentes de la Fiscalía de Hidalgo, por lo que prevén apelar la sentencia.

De acuerdo con la imputación presentada ante la juzgadora local, el abogado Beltrán Merino fue atacado por la espalda el 5 de octubre del 2021 cuando se encontraba cerca de sus oficinas en Pachuca, Hidalgo.

Las autoridades tomaron conocimiento del ataque porque ocurrió en la avenida Chihuahua de la colonia Doctores de Pachuca. Tras el ataque, el exesposo de Carolina Viggiano fue trasladado a un hospital privado y sobrevivió.

El caso quedó en suspenso hasta este mes, cuando se llevó a la corte y se acusó al nieto de Jesús Murillo Karam.

Debido a que la jueza de la causa decidió cerrar la audiencia privada, se conocen pocos detalles de los errores que pudo haber cometido la Procuraduría de Hidalgo al presentar la imputación contra Gerardo Saade Murillo.

Se trata del segundo proceso penal que libra Saade Murillo, ya que en mayo de 2013, fue acusado de agresión por su entonces novia, Alexia Ímaz, hija del entonces titular del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN), Eugenio Imaz.

La agresión ocurrió en Cuernavaca, Morelos, pero no llegó a tribunales, ya que hubo una mediación entre ambas partes, sin que se hayan dado a conocer los detalles de la misma.

No te pierdas:

Salir de la versión móvil