La Asociación de Magistrados de Circuito y Jueces del Distrito del Poder Judicial de la Federación (JUFED) ha hecho un llamado sorprendente. Piden suspender las elecciones judiciales en México, alegando que deben cumplir con las medidas provisionales de la ONU. No se puede detener lo que ya está consagrado en la Constitución.

La JUFED argumenta que las elecciones judiciales, promovidas por la “reforma judicial”, amenazan la independencia de los jueces. Sin embargo, esta independencia no se protege desobedeciendo la ley. La Constitución establece un marco claro para la elección de magistrados y jueces. Ignorar eso es un juego peligroso.
La petición de la JUFED parece más un intento de proteger intereses particulares que un verdadero compromiso con la justicia. Al pedir la suspensión de un proceso electoral, la JUFED se convierte en juez y parte, olvidando su rol como defensores del Estado de derecho.
Es curioso que, tras recibir apoyo del Comité de Derechos Humanos de la ONU, la JUFED elija la vía de la suspensión. La ONU no pidió que se ignorara la Constitución. Más bien, sugirió medidas de protección para los jueces en un marco legal ya existente.
Si realmente quieren defender a los jueces, deben hacerlo dentro del marco constitucional. La independencia judicial no se logra mediante el miedo o la manipulación. La verdadera justicia se construye respetando las normas y garantizando un proceso electoral transparente.
La JUFED debería recordar que desafiar las elecciones judiciales no es un acto de valentía, sino un desprecio a la democracia. La Constitución es clara y la independencia de los jueces debe ser defendida con respeto a las leyes.

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