La inversión extranjera directa aumentó 38 por ciento con respecto al año pasado (FOTOS)

Imágenes: www.razon.com.mx y www.expansion.mx

Este lunes 23 de octubre, se ha reportado un aumento del 38 por ciento en la inversión extranjera directa (IED) en manufactura, lo que implica un vínculo duradero con fines económicos y empresariales de largo plazo por parte de inversionistas extranjeros en México.

De acuerdo con La Jornada, en el primer semestre del año actual, México capto 16 mil 524 millones de dólares de la IED en la industria de la manufactura, es decir, el proceso en el que materias primas son convertidas en un producto final.

Dicha cantidad representa un crecimiento del 38 por ciento con respecto al mismo periodo del año pasado, correspondiente a 11 mil 972 millones de dólares.

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La Secretaría de Economía confirmó que en seis meses México ha captado una cifra más grande comparada a la obtenida en IED en todo el año pasado con respecto a la industria manufacturera. Cabe destacar que la principal industria en el país, es la automotriz.

Uno de los beneficios que se ha obtenido gracias al crecimiento de la IED, es la relocalización, o también llamado “nearshoring”; se trata del movimiento de una empresa para reubicar sus operaciones de fabricación desde un país extranjero a su país de origen donde se venden los productos o donde tiene su sede la empresa.

Imagen: www.expansion.mx

Gracias al impulso de las reubicaciones empresariales, la industria manufacturera puede crecer en un 5 por ciento al año. Es importante mencionar que México se encuentra comenzando con estas medidas, sin embargo, se encuentra evolucionando rápido y de manera positiva pues la construcción de instalaciones industriales en el país creció 19 por ciento anual en el primer semestre de 2023.

De acuerdo con el portal oficial del gobierno federal, los beneficios de la IED se transmiten a toda la economía impulsando el comercio internacional, permitiendo el financiamiento de empresas, mejorando las oportunidades de empleo; también eleva la competitividad, a través una mayor tecnología y un mayor grado de productividad de todos los factores productivos.

Estos beneficios se ven reflejados para el consumidor doméstico en la obtención de más variedad productos a mejores precios.

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