No es uno, no son dos, no son tres, ni siquiera cientos los curas pederastas: son miles. No es casualidad. Hasta la fecha ha sido el lugar ideal para allegarse de niños, y adolescentes. Menores de edad. Niños aislados y vulnerables fueron a menudo, objeto de abusos de clérigos según las investigaciones que se han hecho a lo largo del tiempo y en todo el mundo. Especialmente en los países más católicos: Irlanda, Estados Unidos, España, Francia, Italia, y América Latina; y por denuncias realizadas, muchos años después de niños y adolescentes estrechamente vinculados a la iglesia: monaguillos, miembros del coro, participantes en organizaciones juveniles de la iglesia, e incluso de hijos de trabajadores de la institución. Repitiéndose el mismo patrón, ganarse la confianza de los niños y de los padres (si es que los había) Quién podía desconfiar de los autoproclamados “hombres de Dios” sobre todo entre las comunidades más aisladas y religiosas. Donde el “padrecito” da los servicios sacramentales: casa, bautiza, bendice a la gente y las propiedades, y está hasta el último aliento. Da los santos óleos. Es el representante de Dios en la tierra, de acuerdo a la iglesia católica. ¿Quién podía desconfiar de ese hombre tan puro, tan santo? Bajo la sotana quién podría sospechar que se esconde el peor de todos los seres humanos. Uno que es capaz de violar niños, de robarles de tajo la inocencia. De poblar de pesadillas sus noches.
No es casualidad que busquen la sotana, que se escuden detrás de la palabra de Dios…Y que sean defendidos por la más alta jerarquía religiosa. Tampoco que no pase nada, aunque quede demostrado el abuso. Solo un traslado de parroquia, quizá una terapia psicológica ¿Se han preguntado por qué?
Se acuerdan del caso del mexicano Marcial Maciel de los Legionarios de Cristo. Quién fundó ese grupo para hacerse de muchísimo dinero y poder. Engañando a propios y extraños. Tuvo una escuela parroquial en Francia, donde engañó durante un buen rato a todos. Después regresó a México y tuvo sus centros parroquiales en diferentes estados. Así como la Universidad Anáhuac. Murió en Estados Unidos sin el menor castigo, si acaso retirarse de la vida pública, pues las denuncias de sus cientos de víctimas, empezaron a tener eco en México y el mundo. Fuertes aportaciones de dinero al Vaticano otorgadas por los legionarios de Cristo durante años silenciaron cualquier tipo de castigo. Algunas de las víctimas ahora Adultos Mayores dieron testimonio en un Documental de los terribles sucesos cometidos por este hombre de Dios, cuando ellos eran niños.
La pregunta es: por qué la Iglesia los protege. Y la respuesta no es solo, por los intereses económicos, me atrevería a dar una sentencia…En ese lugar los pederastas (abusadores de niños) han encontrado el nido perfecto, no solo para camuflarse, si no para reproducirse. Seguramente existen excepciones, pero en este caso. Mucho más claro que en otros. La excepción confirma la regla. Si no, amigo lector te invito a investigar acerca del tema.