Al menos 115 palestinos fueron abatidos por disparos israelíes, 92 de ellos mientras intentaban acceder a ayuda humanitaria cerca del cruce de Zikim, al norte de Gaza. El ejército israelí justificó la acción señalando que enfrentaron a una multitud considerada amenaza, aunque fuentes sanitarias reportan cifras mayores, de acuerdo con una investigación de La Jornada.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU informó que 25 camiones con ayuda ingresaron a Gaza, donde miles sufren hambruna severa. El ministerio de Salud de Gaza advirtió que 6 mil bebés padecen desnutrición aguda, 600 mil niños menores de 10 años están en riesgo, y 60 mil mujeres embarazadas carecen de alimentación adecuada. En las últimas 24 horas, 18 personas murieron de hambre.
Las Fuerzas de Defensa de Israel planean intensificar operaciones terrestres en Deir al Balah, tras emitir una nueva alerta de evacuación para la zona. Mientras tanto, el portavoz de defensa civil de Gaza inició una huelga de hambre en protesta contra lo que llamó un “genocidio en cámara lenta”.

Desde el inicio del conflicto, el ministerio de Salud de Gaza reporta casi 59 mil muertos y 141 mil heridos. El papa León XIV y organismos internacionales han llamado a respetar el derecho humanitario y a proteger a civiles.
En Rabat, decenas de miles protestaron contra la ofensiva israelí, denunciando el genocidio y la hambruna que enfrenta la población gazatí, mientras la comunidad internacional enfrenta críticas por su indiferencia ante la crisis.
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