La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) arrancará una nueva etapa bajo el liderazgo del ministro presidente Hugo Aguilar Ortiz, quien aseguró que su gestión viene con una promesa directa: acabar con los privilegios y aplicar la austeridad en serio. Aguilar fue claro:
“Nadie va a ganar por arriba de la Presidenta de la República; vamos a hacer los ajustes que sean necesarios para entrar en ruta de la austeridad”.
Con ello, se compromete a que ningún funcionario del Poder Judicial mantenga ingresos por encima del salario presidencial, en línea con una exigencia ciudadana de años y con los principios defendidos por la Presidenta Claudia Sheinbaum.
Aguilar dijo que no está solo: “Ese es el compromiso de todos, en campaña y por convicción”. En su visión, la SCJN ya no puede seguir siendo un espacio de élite, ajeno a las realidades del país. “Hay personas gozando salarios enormes que la gente común en su vida va a ver”, sentenció.
El nuevo ministro presidente también insistió en que los privilegios desaparecerán por consenso y con una nueva ética de servicio público:
“El dinero no tiene por qué ser la materia de cambio para tener una sentencia justa”.
Además de poner fin a los sueldos desorbitados, Aguilar promete una Corte distinta: cercana al pueblo, sin muros, sin formalismos excesivos y sin compromisos políticos. “Vamos a tener una Corte cercana a la gente, a la realidad. La justicia en México se ha encerrado en cuatro paredes; ahora tiene que salir a las calles, tiene que salir al campo”, afirmó.
Desde su llegada, Aguilar ha rechazado cualquier vínculo con partidos o pactos políticos:
“Yo no soy político. No estoy afiliado a ningún partido, no hice compromisos con ningún político. Hoy en día estoy tranquilo. Llego en total libertad”.
El mensaje de Aguilar resuena con el de la Presidenta Sheinbaum, quien ha sido crítica del funcionamiento del Poder Judicial. En noviembre de 2024 denunció que la SCJN arrastra prácticas como el nepotismo y llamó a transformarla de raíz:
“Esta es la defensa del pueblo de México por la justicia, por la honestidad, por erradicar lo que tanto daño le ha hecho a nuestro país: la corrupción”.
Aguilar, de origen mixteco, anticipó una Corte más inclusiva: “Vamos a ser una Suprema Corte de Justicia para todos, pero con énfasis en los que han estado afuera del sistema de justicia”.
Su advertencia fue contundente:
“No van a pasar personas que lleguen con contratos, concesiones y convenios productos de la deshonestidad y la corrupción”.
Con esta nueva conducción, la SCJN parece encaminada a romper con viejas inercias y abrirse, al fin, a la realidad del país.

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