Golpe de autoridad

Los pájaros comienzan su trajinar, trinando. Está amaneciendo. Antes de que suene la alarma del despertador, me sorprende una campanada: llega un WhatsApp, luego, distanciado del primero apenas por unos cuantos instantes, otro… y enseguida otro y luego luego otro y otro y otro… Incontinenti, aquello se vuelve un efímero aguacero de campanazos. ¿Pues qué pasó? Medio dormido todavía, alcanzo mi celular del buró y comienzo a revisar. El primero que abro está en el grupo de colaboradores de LosReporteros.mx. LT informa:

¿Ya vieron el comunicado que acaba de emitir la Secretaría de Educación Pública sobre el programa Primer Plano de Canal Once? En pocas palabras, que cancelan a los hombres de negro, considerando la gran cantidad de reclamos por parte de la teleaudiencia por lo cargado a la derecha y mentirosos de casi todos sus panelistas.

LT cerraba su mensaje con cuatro emojis: tres manitas aplaudiendo y una carita feliz. En menos de dos minutos, ya tenía un montón de respuestas: ¡Bien! ¡Ya era hora! ¡Hasta que…! Muchas manitas con el pulgar extendido. Excelente.

En el grupo de amigos de la prepa, madrugador como siempre, CD ya había reaccionado, echando pestes. Mencionaba el comunicado de la SEP, y anotaba: ¡Autoritario, dictador!: López no aguanta la crítica. ¡¡¡Indigno de una democracia!!! Pensé en contestarle que el presidente nada más lleva cinco años aguantando no la crítica, sino las mentiras y la mala leche de esos señores y esa señora, pero en eso entró una respuesta de Tosco Pató: ¡Pues que los contrate a todos Salinas Pliego en Azteca! O que se vayan con Ciro a Imagen.

Pasé al chat de mis primos y sobrinos. ¿También estarían ya comentando tan temprano el mismo asunto? No, andaban en otra cosa. El buen Embrión había trepado un par de mensajes:

¡Sopas! La Secretaría de Gobernación acaba de notificarle a TV Azteca que le ordena otorgarle el mismo tiempo al aire que han dedicado a decir que los libros de textos difunden el virus comunista, y en los mismos noticieros, a la presentación de la postura al respecto por parte de la autoridad educativa. 

El segundo Whats, antecedido de un profuso desfile de caritas sonrientes, decía: 

¡Y que además no van a mandar a la secretaria, sino al mismísimo Marx! 

Desde el otro lado del río Bravo, JC comentaba: Y si no quieren hacer caso, que les quiten la concesión

Campanazo: nuevo mensaje en el grupo de los LosReporteros.mx, ahora de SM:

Recién emite otro comunicado el Canal Once: que también le dan cuello al programa de Ezra Shabot y Macario Escretino, sencillamente “porque su línea editorial es palmariamente neoliberal, y por tanto está en contra de los principios que establece el Plan Nacional de Desarrollo”.

Inmediata reacción, ahora con una pregunta que la compañera BG se contesta ella solita: Oigan, ¿pero eso se puede? Bueno, ya se pudo, ¿verdad? Ji, ji, ji…

Estaba a punto de cambiar de grupo para revisar más mensajes acumulados, cuando entró uno de mi buen amigo GVDP: ¿Ya estás despierto? ¿Te puedo marcar?

En vez de contestar por escrito, le marqué:

— Buenos días… Y sí, ya me enteré de los comunicados del Canal Once.

— Sí, yo también, pero no te hablo por eso. Te llamo por algo más sorprendente… 

— ¿Más?

— ¿Te acuerdas del juez Martín Adolfo Santos Pérez?  

— No.

— Juez Octavo de Distrito en Materia Administrativa en la Ciudad de México. Es el fulano que emitió el fallo que supuestamente obliga al presidente López Obrador a no volver a pronunciarse sobre los negocios multimillonarios de Xóchitl Gálvez.

— Ah, ya… Es el mismo tipo que le concedió hace unos diez años un amparo al Chapo Guzmán, ¿no?

— El mismo. Pues te puedo asegurar que lo acaba de apresar la Mariana —me dijo y después me contó algunos detalles sobre la manera en la que, de primera mano, se enteró del hecho—. Total que se le acabó la fiestecita. Y mi contacto también me dijo que hoy mismo va a haber noticias sobre el mero mero del cartel inmobiliario panista de la Benito Juárez.

Nos despedimos, colgué y volví a abrir el WhatsApp. El grupo de mis amigos ociólogos también estaba ya atiborrado de mensajes sin abrir. PMM había enviado el primero, refiriéndose al fin de Primer Plano, seguían varios comentarios, y al final, el más reciente, el mismo PMM había escrito: Pero no sean gachos, Lorenzo Meyer qué culpa tiene…

Timbró de nuevo el teléfono. Otra llamada de GVDP:

— ¿Qué onda?

— ¡No inventes! Ahora sí agárrate: ¡¿a quién crees que acaban de detener en España?!

Por fin sonó entonces la alarma…, y desperté.

Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.

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