Falleció a los 76 años Fidel Herrera Beltrán, exgobernador de Veracruz y uno de los políticos más corruptos del PRI. Su nombre fue asociado con escándalos de corrupción y vínculos con el crimen organizado. Durante su gestión, se le conoció como el “Zeta 1”, por su relación con Los Zetas.

La Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) y los Mossos d’Esquadra de Cataluña monitorearon su actividad. Una investigación de The Cartel Project reveló que la policía catalana reunió pruebas de sus conexiones con el narcotráfico.
Herrera fue cónsul de México en Barcelona entre 2015 y 2017. Sin embargo, ya en 2013, Forbes lo incluyó en la lista de los 10 políticos más corruptos de México. En ese año, el miembro del cártel del Golfo, Juan Carlos Hinojosa, denunció que Herrera recibió 12 millones de dólares del narcotráfico para su campaña.
La División de Investigación Criminal de los Mossos, indicó que Herrera estaba vinculado a redes de blanqueo y poderosos narcotraficantes en Cataluña. Uno de sus principales contactos fue Juan Manuel Muñoz Luévano, conocido como “Mono Muñoz”. Este hombre operaba como nexo de Los Zetas en Madrid.
La corrupción de Herrera no solo fue señalada por medios internacionales. La periodista Regina Martínez, asesinada en 2012, investigaba su enriquecimiento ilícito. Durante su mandato, Herrera acumuló un jet privado, ranchos, un hotel y una flota de 22 vehículos.
Las sospechas sobre sus nexos con el crimen organizado comenzaron en 2007. Reportes de inteligencia indicaron un pacto entre Herrera y Los Zetas. En 2008, la Procuraduría General de la República (PGR) registró reuniones entre el exgobernador y líderes del cártel.
A pesar de su renuncia como cónsul en 2017, las acusaciones en su contra no cesaron. Un exagente del FBI afirmó que Herrera recibió grandes sumas de dinero para permitir que los cárteles operaran con impunidad.
Tras su muerte Fidel Herrera deja un legado oscuro en Veracruz. Su nombre perdurará asociado a la corrupción y al narco.

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