El fantasma de Jeffrey Epstein ha vuelto a alcanzar a Donald Trump. Aunque no ha sido vinculado directamente con los delitos del millonario, el presidente de Estados Unidos enfrenta presión de sus propios seguidores del movimiento MAGA, que exigen la publicación de documentos del caso.
De acuerdo con un artículo de Iker Seisdedos publicado en El País, Donald Trump, quien mantuvo una relación con Epstein entre 1990 y 2004, ha solicitado al juez del caso liberar parte de los archivos del gran jurado sobre el proceso de 2019. La intención es calmar las sospechas conspirativas que apuntan a una supuesta lista de nombres de figuras poderosas implicadas en los abusos cometidos por Epstein.

Mientras tanto, el FBI y el Departamento de Justicia niegan la existencia de tal lista y aseguran que Epstein se suicidó, lo que ha sido rechazado por sectores radicales tanto de derecha como de izquierda.
Trump también enfrenta una demanda por difamación que interpuso contra The Wall Street Journal, luego de que el diario publicara una carta presuntamente escrita por él y vinculada a Epstein. Trump niega la autoría y exige una indemnización de 10 mil millones de dólares.
La tensión crece entre las bases de Trump, divididas entre creer las teorías conspirativas o defender al expresidente frente a los medios tradicionales. Influencers de derecha ya cerraron filas en su defensa, abriendo una nueva grieta dentro del conservadurismo estadounidense.
Pese a sus esfuerzos por cambiar la narrativa, el escándalo sexual de Epstein no desaparece y amenaza con convertirse en uno de los más persistentes de su segunda presidencia.
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