El gobierno de Estados Unidos ha demandado a 11 ciudades santuario, incluyendo Los Ángeles, Nueva York y Chicago. Estas ciudades protegen a los migrantes de la deportación.

Las autoridades locales no colaboran con las agencias federales de inmigración. Por eso, el Departamento de Justicia busca que cambien sus políticas. Argumentan que estas protecciones ponen en riesgo la seguridad pública.

Un caso en Nueva York involucró a un agente de Aduanas emboscado por migrantes indocumentados. Esto se usó como base para demandar a la ciudad.

Las demandas también se dirigen a otras ciudades, como Rochester y Newark. El gobierno alega que sus políticas impiden el trabajo de los agentes migratorios.

Recientemente, un tribunal en Illinois desechó una demanda contra Chicago. El juez afirmó que el gobierno no puede obligar a las ciudades a cooperar.

La batalla legal entre el gobierno federal y las ciudades santuario sigue creciendo. Las audiencias de estas demandas están programadas para los próximos meses.