Descifrar cifras

6 ramalazos estadísticos:

¿Qué te dicen esas cifras? ¿Te ayudan a tener una idea más clara de la realidad? Porque hay que aceptarlo, las estadísticas son parte de la confusión en la que vivimos, no por carencia de información, sino, al contrario, por sobrecarga informativa.

Watzlawick define la confusión como la antítesis de la comunicación. Un proceso comunicacional bien logrado consiste en una correcta transmisión de información, de tal modo que se logra el efecto deseado sobre el receptor. La confusión es lo opuesto: el efecto de una mala comunicación, la cual puede dejar al receptor en la inopia o en un estado de incertidumbre o de falsa comprensión. El trastorno puede ir desde la simple perplejidad hasta estados de angustia, porque los humanos, como el resto de los seres vivos, dependemos del medio ambiente, dependencia que no se limita a las necesidades de nutrición, sino que incluye también las de intercambio de información. Necesitamos datos para saber en dónde estamos parados, pero, al igual que ocurre con los nutrientes, también podemos vivir sufriendo indigestión informativa.

Día a día estamos bajo una tormenta de estadísticas. Es muy difícil cerrarse y no atender, así que, de entrada, más vale recordar que para poder enterarnos de cualquier cosa es imprescindible activar nuestro pensamiento crítico: no consumir pasivamente… Para evitar que nuestro pensamiento se mantenga anegado de cifras y más cifras, Tim Harford da tres consejos para filtrar el ruido cuando se trata de estadísticas, de tal suerte que podamos aprovecharlas para mejorar nuestra comprensión del mundo.

No podemos esperar que toda la gente se haga experta en el uso y comprensión de estadísticas. Los grados de perspicacia siempre van a variar. Sin embargo, el problema es que prácticamente todos y todas estamos sometidos a un bombardeo inclemente de datos y cifras. Es común oír que los números no mienten. Efectivamente, los números no mienten…, pero tampoco dicen la verdad, de hecho, no dicen nada porque los números no hablan. Quienes hablan son las personas que los interpretan, y ahí sí que puede haber intención de timo. Así que, si bien no se trata de conseguir que todos seamos especialistas en Estadística, sí que conviene que la mayoría tengamos algunas herramientas mínimas para descifrar tanta cifra y, así, los números no la confundan.

Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.

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