La empresa española Cox, especializada en energía y agua, sorprendió al adquirir los últimos activos de Iberdrola México por 4 mil 200 millones de dólares, en una operación clave para el sector energético nacional. Sin embargo, la firma enfrenta litigios por más de 360 millones de euros y un historial polémico tanto en España como en México.
Una investigación de La Política Online, reveló que desde 2015 Cox opera en México a través de Cox Energy América, y en 2020 debutó en la Bolsa Institucional de Valores (BIVA). Su presidente, Enrique Riquelme Vives, incluso aseguró entonces un supuesto preacuerdo con el expresidente AMLO para una alianza con Pemex que nunca se concretó.
En 2023, Cox adquirió los activos de Abengoa en medio de un concurso de acreedores. Aunque ganó la puja frente a otras empresas, fue señalada por uso indebido de información, lo que generó querellas penales que fueron archivadas. Hoy, entre el 90% y 94% de sus ingresos provienen de Abengoa.

En noviembre de 2024, debutó en la Bolsa española, impulsada por Riquelme y con el respaldo de inversionistas institucionales. Sus acciones repuntaron un 7% desde julio, y en el primer semestre de 2025 reportó 82 millones de euros en Ebitda y ganancias por 13 millones.
La compra a Iberdrola —que aún debe ser aprobada por reguladores— incluye 15 centrales eléctricas, 25% del mercado de usuarios calificados, más de 12 GW en proyectos futuros, y la incorporación de 800 trabajadores. Se prevé una inversión de 10,700 millones de dólares entre 2025 y 2030.
Con esta operación, Iberdrola concreta su salida definitiva de México, mientras el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, celebró el arribo de Cox y destacó la juventud y visión ambiental de Riquelme.
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