Tras dos días de negociaciones intensas, China y Estados Unidos acordaron extender la suspensión de los aranceles mutuos, en un intento por mantener abierta la vía del diálogo y evitar una nueva escalada en la guerra comercial.
Aunque no se ha precisado la nueva fecha límite de esta tregua, ambas potencias económicas coincidieron en que seguirán presionando para mantener la pausa arancelaria, según confirmó Li Chenggang, viceministro de Comercio de China.

Actualmente, Washington impone un arancel del 30% a productos chinos —muy por debajo del 145% que alcanzó en su punto más álgido—, mientras que Pekín responde con un 10%, tras haber llegado al 120% en los momentos más tensos del conflicto.
La tercera ronda de negociaciones fue encabezada por el viceprimer ministro chino, He Lifeng, y el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent. A pesar de no firmar aún un acuerdo comercial marco, como ya hizo la Unión Europea con China, la prolongación de la tregua por al menos otros tres meses representa un avance en el deshielo económico entre ambas naciones.
Durante esta extensión, ambas partes se comprometen a no imponer nuevos aranceles ni intensificar el conflicto por otras vías.
Comentarios