La décimo séptima cumbre de BRICS concluyó este lunes con la presentación de dos iniciativas clave: una para movilizar recursos contra el cambio climático y otra para crear una alianza que combata enfermedades vinculadas a la pobreza y desigualdad.
Los países miembros, que concentran cuatro de cada diez dólares de la economía global y albergan a la mitad de la población mundial, se comprometieron a usar su poder económico e innovador para impulsar una acción climática ambiciosa que promueva prosperidad y bienestar.

El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva denunció que un grupo reducido de 60 empresas, principalmente en sectores de petróleo, gas y cemento, es responsable del 80% de las emisiones de carbono que aceleran el calentamiento global. Además, criticó que los incentivos financieros actuales favorecen a los combustibles fósiles, destacando que los 65 bancos más grandes del mundo comprometieron 869 mil millones de dólares al sector el último año.
La Declaración de BRICS llama a los países desarrollados a cumplir con sus compromisos de financiamiento climático, especialmente a través de subvenciones independientes de la Ayuda Oficial al Desarrollo, para alcanzar la meta de 300 mil millones de dólares anuales para 2035, conforme al Acuerdo de París.
En materia de salud, el grupo respaldó fortalecer el papel de la Organización Mundial de la Salud y acordó establecer la Alianza BRICS para la eliminación de enfermedades socialmente determinadas, vinculadas a las condiciones de vida, con el objetivo de coordinar esfuerzos y recursos para su erradicación integral.
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