El ministro de Finanzas de Brasil, Fernando Haddad, calificó como “injusta” la reciente imposición arancelaria del gobierno de Donald Trump, aunque reconoció que el resultado fue “más favorable de lo esperado”. A partir del 6 de agosto, entrarán en vigor aranceles del 50% a productos brasileños como el café y la carne, sectores en los que Brasil es líder mundial en exportación, de acuerdo con información recopilada por La Jornada.
Sin embargo, el castigo comercial excluye productos clave como jugo de naranja, energía, aeronaves civiles y fertilizantes, lo que abre la puerta a futuras negociaciones bilaterales. Haddad anunció que ya se prepara una reunión con el secretario del Tesoro de EE.UU., Scott Bessent, aunque aún sin fecha definida. “Estamos en un punto de partida más favorable, pero lejos del punto de llegada. Va a requerir mucha negociación”, afirmó el funcionario brasileño.

Brasil también recurrirá los aranceles ante instancias nacionales e internacionales, mientras prepara un programa de apoyo a empresas exportadoras afectadas, que será lanzado en los próximos días.
Desde Brasilia, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva advirtió que defenderá la soberanía del pueblo brasileño, en lo que se perfila como una nueva etapa de tensiones con Washington. La decisión de Trump también coincide con las sanciones impuestas a Alexandre de Moraes, juez que lleva el caso contra el expresidente Jair Bolsonaro, cercano aliado del expresidente estadounidense.
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