El presidente del PRI con más inyecciones en la cara , Alito Moreno, lanzó “crítica” hacia el partido de la Cuarta Transformación, Morena, por aquello del posible impuesto a remesas del 3.5%.
Urgido de atención, y sin poder expresar un gesto en su rostro, dijo que “el impuesto nunca debió de existir” y que celebrar la reducción de 5 a 3.5% era “exhibir mediocridad”:
“El nuevo impuesto a las remesas es su responsabilidad. Solo exhiben su mediocridad; no pueden presumir como logro una reducción a un impuesto que nunca debió de existir”.
Y bueno, ya encarrerado, dijo que “en el gobierno no hay capacidad” y que por eso el mundo tiene una imagen de la actual administración de “narcogobierno”.
Sí, aquel que proponía armar a la población acusa de narcogobierno a Morena. Sí, el que corre a sus afiliados que no concuerdan con sus ideas o por expresar su inconformidad con las cosas que este promueve, habla de mediocridad. Sí, el representante de un partido que benefició a unos pocos que ya tenían riquezas y que llevó a muchos a la pobreza en nuestro país, hablando de que el impuesto a las remesas “perjudica a millones de familias mexicanas que sobreviven gracias al esfuerzo de nuestros migrantes”.
Y aunque no pueda, señor Alito, hay que tener cara para decir esas cosas.
Dejémonos de falsedades y hablemos claro: el impuesto a remesas NO es un hecho y el gobierno de la Presidenta Claudia Sheinbaum se encuentra trabajando por que no lo sea. De igual forma, actualmente se está apoyando a las familias mexicanas y a los migrantes mexicanos; defendiéndoles de frente.
Este sólo es un caso más de aquellos detractores que buscan desacreditar al Gobierno de la 4T, y no dejarán de salir de cualquier rincón, pero la cosa aquí es que, como consejo, primero pónganse frente a un espejo; primero estudien e investiguen. La oposición forma parte de la ecuación, pero no las falsedades, la mentira, la hipocresía, ni el botox.

Comentarios