En el estado de Quintana Roo, cada año se padece la llegada de sargazo a sus playas paradisiacas; se trata de un grupo de algas marrones pertenecientes al género Sargassum que según la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. “se distribuyen extensamente por océanos tropicales y templados, en aguas poco profundas y arrecifes de coral, así como en el mar abierto”.
En México, para 2025, la Red de Monitoreo de Sargazo pronosticó una temporada más intensa de esta alga con avistamientos prematuros, sin embargo, el fenómeno no ha causado los daños esperados por el trabajo continuo de la Secretaría de Marina en las zonas más afectadas.
Desde el 2019, al notar los efectos del sargazo en las zonas turísticas de Quintana Roo, las autoridades asumieron el rol protector de las playas y coordinaron esfuerzos con los ciudadanos, mano a mano han recolectado hasta hoy 290 mil toneladas del alga en el estado.
La Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación (Secihti) de México, asegura que e los últimos 10 años ha sido inusual el crecimiento de estas algas; por lo que se vuelve fundamental la tarea de recolección y limpieza por parte del mando correspondiente.
Cuando no se atiende la sobre población del alga “ejerce impactos severos sobre ecosistemas y especies de alto valor biológico”, destaca una investigación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y el Gobierno de México.
La Secretaría de Marina por su parte afirma que seguirán trabajando para cuidar el paraíso mexicano y contribuir al flujo de turismo regular, “porque cuando el país nos necesita, Marina responde. Y seguiremos aquí, firmes, ante cada desafío”.

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