En junio, los cruces de migrantes sin documentos por la frontera entre México y Estados Unidos cayeron a un mínimo histórico: solo se registraron 6 mil 070 detenciones, según datos preliminares de Aduanas y Protección Fronteriza. Es la cifra más baja en años, superando incluso el récord previo de 7 mil 200 en marzo.
El despliegue de la Guardia Civil, operativos del ICE incluso en ciudades santuario y el endurecimiento de la política migratoria bajo la influencia de Donald Trump han frenado el flujo de personas que buscan ingresar a EE.UU. sin autorización.

Durante el gobierno de Joe Biden, el promedio diario superaba los seis mil ingresos irregulares, con picos de más de 10 mil hacia finales de 2023. Hoy, la situación cambió radicalmente. Tom Homan, zar fronterizo del Presidente Trump, celebró que por segundo mes consecutivo no se liberó a ningún migrante detenido al cruzar ilegalmente.
Trump promete ir más allá: si se aprueba su “gran y hermoso proyecto de ley”, se contratarán 10 mil nuevos agentes para el ICE y cinco mil más para la Patrulla Fronteriza. Además, se construirán más centros de detención exprés como el recién inaugurado “Alligator Alcatraz”, edificado en solo ocho días.
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