Irán suspendió su cooperación con la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA) tras la reciente guerra con Israel, aumentando las tensiones con el organismo de la ONU. La medida fue aprobada por el Legislativo y ratificada por el presidente Masud Pezeshkian, en respuesta a lo que califican como el “silencio” del OIEA ante ataques israelíes y estadounidenses contra sus instalaciones nucleares.

Israel condenó la decisión y pidió a la comunidad internacional reforzar sanciones contra Irán para frenar sus ambiciones nucleares. Por su parte, Estados Unidos calificó la suspensión como “inaceptable” y exigió que Irán coopere plenamente con la agencia.
La escalada comenzó con una serie de bombardeos israelíes que mataron a altos comandantes iraníes, seguido de ataques estadounidenses a sitios nucleares en Irán. El conflicto dejó más de 900 muertos en Irán y 28 en Israel, mientras la desconfianza entre Teherán y el OIEA crece, con acusaciones mutuas y rechazo a visitas de inspección.
Además, la negativa de Irán a permitir la visita del director del OIEA, Rafael Grossi, ha profundizado la crisis. Teherán acusa a Grossi de actuar con “malas intenciones” y enfrenta críticas internas, incluso amenazas difundidas por medios ultraconservadores que lo acusan de espionaje, lo que dificulta aún más el diálogo y la supervisión internacional de su programa nuclear.
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