Organizaciones civiles y líderes demócratas denuncian un incremento en las amenazas contra congresistas y funcionarios públicos por parte del gobierno de Donald Trump. La detención del contralor de Nueva York, Brad Lander, ha levantado alarmas sobre el abuso de poder por parte de oficiales federales.

El líder de la minoría del Senado, Chuck Schumer, advirtió sobre estos ataques, señalando que no solo afectan a individuos, sino a la democracia misma. Schumer criticó la detención de Lander, quien fue arrestado por cuestionar a agentes de ICE sobre una orden judicial en un edificio federal.
El senador Alex Padilla también enfrentó un incidente similar. Durante una conferencia de prensa, oficiales federales lo empujaron y le impidieron formular preguntas, a pesar de identificarse como senador.
Padilla expresó su preocupación sobre la militarización de la ciudad y cuestionó si estaban dispuestos a vivir en un país donde el presidente puede desplazar fuerzas armadas para controlar a funcionarios electos.
La representante LaMonica McIver de Nueva Jersey fue acusada de interferir con agentes federales, enfrentando hasta 17 años de prisión. Ella sostiene que su acción fue un intento de cumplir con su deber.
Organizaciones como LULAC y America’s Voice se han unido para exigir investigaciones sobre el trato dado a funcionarios electos. Roman Palomares, presidente de LULAC, calificó los actos como un abuso de poder y un ataque a la democracia.
La situación genera preocupación en todo el país y plantea interrogantes sobre el respeto a los derechos de los funcionarios electos.

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